Neurología
El cerebro especial de los afinadores de pianos
Afinar pianos sin recurrir a dispositivos de medición, valiéndose sólo del oído y de la capacidad mental de análisis sonoro, es un trabajo más especial de lo que pueda parecer, ya que implica desarrollar una habilidad cerebral compleja y distinta a todas las demás en el mundo laboral, una habilidad que se manifiesta incluso en la estructura cerebral. Esto último lo respaldan ahora los resultados de un nuevo estudio, que sugieren que la actividad de afinar pianos puede producir cambios en la estructura de la memoria y de las áreas de navegación del cerebro a largo plazo.
Además, estas diferencias estructurales parecen estar correlacionadas con la cantidad de años de experiencia que tiene un afinador de pianos.
Para afinar un piano, un afinador tiene que escuchar el sonido de dos notas tocadas al mismo tiempo (un acorde de dos notas) y "navegar" entre secuencias de tales acordes del piano en los que una nota ya está afinada y la otra tiene que ser ajustada. La interacción entre los sonidos producidos por las dos notas produce un complejo efecto en el que se puede detectar si ambas notas están afinadas en concordancia o una de ellas está desafinada. Los afinadores detectan esta frecuencia de fluctuaciones y hacen ajustes de manera que las dos notas queden afinadas en consonancia. Como diferentes combinaciones de notas en un acorde producen diferentes frecuencias, los afinadores utilizan estas fluctuaciones para que les ayuden a afinar notas posteriores de manera sistemática.
Los autores del nuevo estudio, del Centro de Neuroimaginología del Wellcome Trust en el University College de Londres, y la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, usaron resonancia magnética por imágenes (MRI) para examinar cómo las estructuras cerebrales de 19 afinadores profesionales de pianos diferían respecto a las de 19 individuos sin ese oficio (grupo de control). Todos los afinadores, de diferentes partes del Reino Unido, afinaban de oído los pianos, sin usar instrumento electrónico alguno.
El equipo de Sukhbinder Kumar y Tim Griffiths, ambos de la Universidad de Newcastle, y Sundeep Teki, del University College de Londres, encontró cambios muy específicos tanto en la materia gris (esencialmente, las células cerebrales donde se realiza el procesamiento de información) como en la materia blanca (esencialmente, las conexiones entre células cerebrales) dentro de una parte específica del cerebro, el hipocampo. Estos cambios se correlacionaban notablemente con la cantidad de años que los afinadores habían estado realizando su labor.
Resulta un tanto llamativo el hecho de que tales cambios relacionados con la experiencia de afinación de pianos se produzcan no en la parte auditiva del cerebro, sino en el hipocampo, una parte del cerebro usualmente asociada con la memoria y la navegación.
La existencia de cambios también notables en el cerebro a raíz de una actividad laboral especializada, la de taxista, fue demostrada en una parte diferente del hipocampo en un estudio previo dirigido por la profesora Eleanor Maguire, también del citado Centro de Neuroimaginología.
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