Artículo, del blog Bitnavegantes, que recomendamos por su interés.
Cuando el mercurio se vierte en los ríos y lagos, este tóxico metal pesado puede acabar en el pescado que comemos y el agua que bebemos.
Para ayudar a proteger a los consumidores de las enfermedades y trastornos asociados con el mercurio, los investigadores de la Northwestern University, en colaboración con sus colegas de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), en Suiza, han desarrollado un sistema de nanopartículas que es lo bastante sensible como para detectar hasta los mínimos niveles de metales pesados metales en el agua y en los peces.
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