Astrofísica
Más misterio sobre las ráfagas rápidas de ondas de radio que llegan del cosmos
Desde 2007, vienen captándose extrañas ráfagas de radio de milisegundos de duración que vienen de distintos puntos del cosmos. Son de una potencia colosal, comparables a la cantidad de energía que la civilización humana moderna podría producir durante decenas de miles de millones de años. Desde el descubrimiento de la primera en 2007, se han detectado muchas más. A estas emisiones se las denomina “ráfagas rápidas de ondas de radio” (o FRBs, por sus siglas en inglés). Recientemente, la naturaleza de su mecanismo de generación parecía estar a punto de aclararse. Pero una nueva observación ha desconcertado a la comunidad astronómica y demuestra que el enigma aún está lejos de resolverse.
Algunas fuentes emisoras de FRBs parecen ser ocasionales mientras que otras los repiten al cabo de un tiempo.
Un equipo integrado, entre otros, por Calvin Leung, de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, y Vishwangi Shah, de la Universidad McGill en Montreal, Canadá, preparó un programa informático para combinar observaciones de varios radiotelescopios de tal modo que ello permitiese una triangulación capaz de revelar la posición exacta de una fuente emisora ubicada en algún punto de la constelación de la Osa Menor y posibilitar luego su observación con telescopios ópticos.
Sin embargo, la ubicación de la fuente, que emitió la ráfaga catalogada con el nombre de FRB 20240209A, ha causado un gran desconcierto. En vez de estar inmersa en una galaxia con suficiente actividad, la fuente está en una zona del cosmos bastante vacía, al lado de una galaxia elíptica con muy baja actividad, de 11.300 millones de años de edad y situada a 2.000 millones de años-luz de la Tierra. Y esa galaxia, mayormente poblada por estrellas viejas, difícilmente podría contener alguna estrella de la clase a la que se había considerado últimamente como el mecanismo de generación de las FRBs: una estrella de neutrones del tipo conocido como magnetar.
Enmarcado dentro de los óvalos concéntricos dibujados, el punto desde el que se emitieron las extrañas ondas de radio. A su derecha está la galaxia elíptica (el óvalo amarillo grande). (Imagen: Gemini Observatory)
Si esa galaxia tuvo alguna vez magnetares, fue en una época lejana. Y, con el tiempo transcurrido desde entonces, estos deben haber sufrido cambios que los han llevado a perder su capacidad de generar FRBs. Por otra parte, es altamente improbable que un magnetar se haya creado en un pasado reciente en otra parte del cosmos con las condiciones adecuadas y que luego haya viajado hasta llegar aquí.
Esta fuente de FRBs no es la primera localizada en la periferia lejana de una galaxia vieja y de escasa actividad, pero sí es la más alejada de una galaxia de entre todas las fuentes de FRBs conocidas hasta ahora.
En definitiva, las ráfagas rápidas de ondas de radio siguen siendo un misterio sin resolver.
El estudio se titula “A Repeating Fast Radio Burst Source in the Outskirts of a Quiescent Galaxy”. Y se ha publicado en la revista académica The Astrophysical Journal Letters. (Fuente: NCYT de Amazings)