DeepSeek contra ChatGPT, máxima rivalidad entre dos inteligencias artificiales

En el tiempo que ChatGPT lleva funcionando públicamente a través de internet, ha conseguido forjarse una gran popularidad. Para muchas personas, ha sido la primera inteligencia artificial con la que han interactuado. En Estados Unidos, OpenAI, la organización creadora de ChatGPT, centrada en la investigación y el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial, se ha transformado parcialmente en una empresa comercial. Sus servicios han comenzado a ser adoptados en numerosas actividades con ánimo de lucro. Para muchas empresas, OpenAI se ha convertido en su primera, y a menudo única, proveedora de servicios de inteligencia artificial.

El coste en recursos y dinero que ha conllevado que OpenAI haya recorrido este camino, así como el potencial futuro de sus ganancias económicas surgido a raíz de la apertura de la inteligencia artificial como un nuevo sector de negocios, han movilizado muchas inversiones.

En el ámbito político, el éxito de ChatGPT y todo lo que ello implica, han ayudado a generar la percepción de que el país que lleve la delantera mundial en inteligencia artificial logrará un gran poder.

En la fase inicial de esta nueva competición tecnológica, Estados Unidos se ha erigido como la nación en la vanguardia del desarrollo y aprovechamiento práctico de la inteligencia artificial. Su papel como competidor en vez de como mero espectador ha contribuido sin duda a bastantes decisiones legales relativas a la exportación de tecnologías informáticas estratégicas a determinadas naciones.

La entrada en el terreno de juego de DeepSeek, una nueva y potente inteligencia artificial creada por la empresa del mismo nombre en China, ha maravillado a expertos en inteligencia artificial y ha convulsionado el mercado bursátil. La inesperada gran calidad de DeepSeek y su aún más inesperado bajo coste de desarrollo han puesto contra las cuerdas el modelo de negocio basado en las reglas de juego establecidas con la llegada de ChatGPT al mercado.

Recreación artística del concepto de rivalidad entre ChatGPT y DeepSeek. (Ilustración: Amazings / NCYT)

Las restricciones impuestas a China desde fuera del país en sus importaciones de ciertas tecnologías de vanguardia no solo no han frenado su avance en la inteligencia artificial sino que de hecho la han obligado a adoptar un camino alternativo que finalmente ha conducido a resultados mejores que los que habría obtenido si hubiera seguido el mismo camino que OpenAI y Estados Unidos.

DeepSeek ha comenzado a seducir a usuarios que hasta ahora solo conocían a ChatGPT y es previsible que el protagonismo del que hasta ahora ha disfrutado ChatGPT entre el público disminuya al tener que compartirlo con DeepSeek y quizá, en un futuro cercano, con otras inteligencias artificiales generalistas de calidad similar.

Como era previsible, tras fascinar al mundo, DeepSeek ha comenzado a recibir críticas y algunas amenazas veladas. Parte de esta oposición recuerda a la que ha recibido últimamente TikTok, también originada en China.

En cualquier caso, la entrada de DeepSeek en el terreno de juego, como contrincante de ChatGPT a su mismo nivel, parece ya imparable. Aunque en algunos aspectos ChatGPT sigue siendo mejor, en otros DeepSeek ha tomado claramente la delantera. El combate acaba de comenzar. (Artículo escrito por Jorge Munnshe) (Fuente: NCYT de Amazings)