Biología
Desvelan los singulares mecanismos de supervivencia de un depredador marino unicelular
El citado organismo es diminuto, pero en algunos aspectos de la eficiencia depredadora ha superado a los tiburones. Unos científicos han descubierto que el dinoflagelado microscópico Oxyrrhis marina es un depredador tan eficiente que incluso se ha apropiado de un gen de su presa. Es un caso fascinante de transferencia lateral de genes, o la adquisición por una especie de genes procedentes de otra con escaso parentesco evolutivo.
El estudio llevado a cabo por el equipo de Patrick Keeling, de la Universidad de la Columbia Británica, en Canadá, muestra que la Oxyrrhis marina ha tomado un gen que ciertas bacterias marinas suelen usar para la fotosíntesis.
La Oxyrrhis probablemente consiguió este gen engullendo a una bacteria de esa clase, pero la parte realmente interesante de este caso es que el gen produce una proteína llamada rodopsina, que es un fotorreceptor capaz de generar energía a partir de la luz.
Los humanos tenemos proteínas similares en nuestros ojos, llamadas opsinas, que permiten la visión en condiciones de poca luz, pero no pueden producir energía.
La hipótesis del equipo de Keeling es que el dinoflagelado está utilizando la rodopsina para obtener energía a partir de la luz, como lo hacen a menudo las bacterias, pero, según creen, en el caso de la Oxyrrhis marina esa energía se usa también para ayudarla a digerir a sus presas, algunas de las cuales son de la especie que fue el proveedor original del gen. Es una excelente combinación de estrategias metabólicas.
La Oxyrrhis marina es miembro de una familia de plancton marino que también incluye a los organismos responsables de las perjudiciales mareas rojas. Es común en aguas poco profundas, como las marismas de muchas partes del mundo, incluyendo las existentes a lo largo del litoral de la Columbia Británica.
La Oxyrrhis marina ha desarrollado mecanismos extremos de supervivencia, como los descritos en este nuevo estudio. Este singular depredador ejerce incluso el canibalismo, al alimentarse de miembros de su propia especie cuando no dispone de ninguna otra presa.
Definitivamente merece ser llamado depredador, tal como acota Keeling. Este microorganismo es capaz de devorar a otros casi tan grandes como él.