Salud
Cómo lavarse las manos correctamente
Lavarse las manos es un gesto cotidiano, pero hacerlo de forma incorrecta puede dejarte expuesto a virus, bacterias y otros patógenos.
¿Por qué es tan importante lavarse bien las manos?
Numerosos estudios, incluyendo los del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), demuestran que el lavado de manos adecuado reduce de forma significativa el riesgo de enfermedades como resfriados, gripe, COVID-19, hepatitis A y diarreas infecciosas.
De hecho, según datos del CDC, lavarse bien las manos puede reducir hasta en un 40% los casos de enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Pero no basta con hacerlo “rápido” o “por encima”: la efectividad depende de cómo y cuándo lo hagamos.
¿Cuándo debemos lavarnos las manos?
A continuación, algunos momentos clave en los que siempre debes lavarte las manos:
-Antes de comer o preparar alimentos.
-Después de ir al baño.
-Al llegar a casa desde la calle.
-Después de sonarte la nariz, toser o estornudar.
-Después de tocar basura o superficies públicas (como barandillas o botones de ascensor).
-Antes y después de cuidar a alguien enfermo.
-Después de tocar animales o limpiar sus desechos.
Paso a paso: ¿Cómo lavarse las manos correctamente?
Según la OMS y el CDC, el lavado correcto de manos debe durar entre 40 y 60 segundos. Aquí te dejamos la guía paso a paso:
-Mójate las manos con agua limpia (fría o caliente).
-Aplica jabón y frótalo hasta hacer espuma.
-Frótate las palmas entre sí para esparcir el jabón.
-Limpia el dorso de cada mano, entrelazando los dedos.
-Frótate entre los dedos, asegurándote de cubrir bien los espacios.
-Limpia los pulgares, girando la otra mano alrededor de ellos.
-Frótate las uñas y yemas contra la palma opuesta, haciendo movimientos circulares.
-Enjuaga bien con agua corriente.
-Sécate con una toalla limpia o papel desechable.
-Si estás en un baño público, usa el papel para cerrar el grifo y abrir la puerta.
Consejo extra: Si no tienes acceso a agua y jabón, usa un gel hidroalcohólico con al menos 60% de alcohol. No es tan eficaz como el lavado con agua y jabón, pero es una buena alternativa en movimiento.
Mitos comunes sobre el lavado de manos
“Solo necesitas lavarlas cuando están visiblemente sucias”
Falso. Aunque no veas suciedad, pueden estar cubiertas de gérmenes invisibles.
“El agua caliente mata más bacterias”
Falso. Lo importante es el uso del jabón y la fricción. El agua caliente no aporta ventajas significativas y puede irritar la piel.
“Usar mucho jabón es mejor”
Falso. Basta con una cantidad adecuada para cubrir ambas manos.
¿Y si me lavo las manos con demasiada frecuencia?
El exceso puede resecar la piel y provocar irritaciones. Para evitarlo:
-Usa jabones suaves, sin fragancias fuertes.
-Hidrata tus manos con crema después del lavado.
-Evita el agua demasiado caliente.
Conclusión: un gesto simple con un gran impacto
Lavarse bien las manos no es solo una cuestión de higiene personal, sino un acto de responsabilidad colectiva. Siguiendo estos pasos, proteges tu salud y la de quienes te rodean.
Este hábito, sencillo pero poderoso, ha demostrado ser una de las armas más eficaces contra las infecciones. Y lo mejor: está al alcance de todos.