Medicina
Vía prometedora hacia una posible estrategia anticáncer
Unos científicos han descubierto que dos compuestos naturales, patulina y xestoquinol, son inhibidores de la enzima topoisomerasa 1, una pieza clave para el correcto funcionamiento del ADN. El hallazgo abre nuevas vías para entender y tratar enfermedades relacionadas con daños en el material genético.
El logro es obra de investigadores del laboratorio de Andrés Aguilera, en colaboración con el de Ralf Wellinger (ambos catedráticos del Departamento de Genética de la Universidad de Sevilla en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER)) y con la empresa PharmaMAR.
La topoisomerasa 1 del ADN es una enzima presente en todos los organismos, esencial para la proliferación celular. Su función se basa en dos pasos catalíticos: primero, corta el ADN y, a continuación, religa dicho corte, relajando así el estrés topológico generado durante la replicación y la transcripción. Existen inhibidores del segundo paso catalítico, que impiden que se religuen los cortes en el ADN, dejándolos abiertos. De esta forma, actúan como venenos de la topoisomerasa, y se utilizan como fármacos anticáncer.
Sin embargo, se ha venido careciendo de inhibidores fiables del primer paso, el de corte del ADN, a pesar de su potencial en investigación básica y sus posibles aplicaciones en medicina.
Ahora, la nueva investigación muestra que la patulina y el xestoquinol inhiben la primera actividad catalítica de la topoisomerasa 1 in vitro, en levaduras y en células humanas.
El estudio, cuya primera autora es la doctora Emanuela Tumini, constituye la identificación de una nueva clase de inhibidores que abren nuevas perspectivas en la investigación básica y contra el cáncer.
Recreación artística de ADN. (Ilustración: Amazings / NCYT)
El estudio se titula “Patulin and Xestoquinol are inhibitors of DNA topoisomerase 1”. Y se ha publicado en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). (Fuente: Universidad de Sevilla)