Energías renovables
Parques eólicos marinos: energía limpia desde el mar que impulsa el futuro
La transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible es uno de los mayores retos globales del siglo XXI. En este contexto, los parques eólicos marinos —también conocidos como offshore wind farms— se perfilan como una de las soluciones más prometedoras para combatir el cambio climático, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y garantizar la seguridad energética en las próximas décadas.
Los parques eólicos marinos son instalaciones de aerogeneradores situados en el mar, generalmente en plataformas fijas ancladas al fondo marino, aunque ya existen también versiones flotantes para aguas más profundas. Estas turbinas capturan la energía del viento y la convierten en electricidad mediante generadores, al igual que sus equivalentes terrestres, pero con una ventaja crucial: vientos más constantes y potentes, lo que se traduce en una mayor producción energética.
Ventajas clave de la energía eólica marina
-Mayor eficiencia energética: Los vientos en alta mar son más fuertes y estables, lo que permite a los parques eólicos marinos generar electricidad de manera más predecible y continua.
-Menor impacto visual y acústico: Al estar alejados de la costa, estos parques tienen un impacto visual y sonoro mucho menor que los instalados en tierra.
-Uso del espacio marítimo: Permiten aprovechar grandes extensiones de mar que no compiten con usos agrícolas, urbanos o industriales.
-Impulso a la economía azul: Favorecen la creación de empleo en sectores como la ingeniería naval, la construcción offshore y el mantenimiento técnico especializado.
(Foto: Wikimedia Commons)
Retos tecnológicos y ambientales
A pesar de sus ventajas, los parques eólicos marinos enfrentan problemas relevantes:
-Costes elevados de instalación y mantenimiento, aunque estos han disminuido significativamente en la última década.
-Impacto ambiental en el ecosistema marino, especialmente durante la fase de construcción, que requiere estudios de impacto rigurosos.
-Necesidad de infraestructuras de transmisión eléctrica para llevar la energía desde alta mar hasta los puntos de consumo en tierra firme.
Situación global: Europa a la cabeza
Según datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), Europa lidera el desarrollo de la eólica marina, con el Mar del Norte como epicentro. Países como el Reino Unido, Alemania, Dinamarca y Países Bajos han invertido fuertemente en este tipo de energía, y se espera que Asia (con China como principal actor) y Estados Unidos sigan su ejemplo en los próximos años.
En España, el desarrollo aún es incipiente, pero el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) contempla un fuerte impulso a partir de 2025, especialmente en las zonas con mayor potencial eólico marino como Galicia, Canarias y el Estrecho de Gibraltar.
Tecnología flotante: el futuro de la eólica marina
Una de las tendencias más disruptivas en el sector es la aparición de aerogeneradores flotantes, que permiten instalar turbinas en aguas profundas donde el viento es aún más fuerte. Esto abre la puerta a nuevos emplazamientos en zonas con costas escarpadas o fondos marinos inestables, como ocurre en muchas regiones de España, Japón o Estados Unidos.