Salud
¿A qué temperatura funciona mejor el cerebro humano?
¿Alguna vez te has sentido más lento mentalmente en un día caluroso o extremadamente frío? No es casualidad. Diversos estudios científicos sugieren que la temperatura ambiente e incluso la temperatura corporal pueden influir directamente en el rendimiento cognitivo. Pero ¿cuál es la temperatura ideal para que nuestro cerebro funcione a su máxima capacidad?
El Cerebro: Un Órgano Sensible al Calor
El cerebro humano, que representa solo el 2% del peso corporal, consume alrededor del 20% de la energía del cuerpo. Ese alto consumo energético genera calor, y el organismo debe disiparlo de manera eficiente para evitar una disfunción. De hecho, pequeños cambios en la temperatura cerebral pueden alterar significativamente nuestra capacidad de atención, memoria y toma de decisiones.
La Temperatura Ideal: Ni Muy Fría, Ni Muy Caliente
Investigaciones publicadas en revistas como Nature Climate Change y PLOS Medicine han mostrado que la temperatura ambiente óptima para el rendimiento cognitivo se sitúa entre los 22 °C y 24 °C. A esta temperatura, las personas tienden a resolver tareas cognitivas con mayor precisión y rapidez.
Un estudio de la Universidad de Harvard en colaboración con universidades chinas observó que los estudiantes en aulas con temperaturas superiores a 26 °C cometían más errores en pruebas de lógica y memoria que aquellos en ambientes más frescos.
¿Y la Temperatura Corporal?
Aunque la temperatura corporal promedio es de aproximadamente 37 °C, el cerebro puede funcionar de manera más eficiente cuando se mantiene ligeramente por debajo de esa cifra. Un ligero enfriamiento cerebral (hasta 1 °C) puede mejorar la atención sostenida, como lo muestran experimentos con cascos de enfriamiento usados en pruebas clínicas.
Esto ha llevado a que algunos laboratorios de alto rendimiento y oficinas de tecnología ajusten no solo el aire acondicionado, sino también implementen dispositivos de enfriamiento local para optimizar el rendimiento de sus empleados.
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Demasiado Calor Afecta la Función Cognitiva
La exposición prolongada a temperaturas altas puede causar estrés térmico, disminuyendo la capacidad de concentración, aumentando la fatiga mental y afectando la toma de decisiones. En algunos casos extremos, como en olas de calor, también se incrementa el riesgo de enfermedades neurológicas.
Del mismo modo, temperaturas corporales superiores a 39 °C, como ocurre durante una fiebre, pueden alterar temporalmente funciones cognitivas clave, incluida la coordinación motora y la memoria a corto plazo.
¿Cómo Regular Nuestra Temperatura para Pensar Mejor?
Para mantener el cerebro en su "zona térmica óptima", los expertos recomiendan:
-Trabajar en espacios con temperaturas entre 22 °C y 24 °C.
-Mantenerse hidratado: el agua ayuda a regular la temperatura corporal.
-Evitar comidas pesadas antes de tareas cognitivas exigentes.
-Usar ropa ligera y transpirable en climas cálidos.
-Dormir en habitaciones frescas: la temperatura afecta la calidad del sueño, esencial para la consolidación de la memoria.



