Oceanografía
Cómo la acidificación de los océanos está transformando la vida marina
La acidificación de los océanos es uno de los problemas ambientales más urgentes y menos visibles de nuestro tiempo. A medida que el dióxido de carbono (CO₂) se acumula en la atmósfera debido a la actividad humana, una parte significativa es absorbida por los océanos, alterando su química de forma dramática. Este fenómeno, aunque silencioso y muchas veces ignorado, tiene consecuencias directas para la biodiversidad marina, las economías costeras y el equilibrio ecológico del planeta.
¿Qué es la acidificación de los océanos?
La acidificación oceánica se refiere a la disminución del pH del agua de mar provocada por la absorción de CO₂ atmosférico. Desde el inicio de la Revolución Industrial, los océanos han absorbido aproximadamente el 30 % de las emisiones antropogénicas de CO₂. Cuando este gas se disuelve en el agua, forma ácido carbónico, lo que reduce el pH y altera el equilibrio de iones esenciales como el carbonato, crucial para la vida marina.
Impacto en los ecosistemas marinos
El descenso del pH afecta gravemente a organismos calcificantes como corales, moluscos, crustáceos y ciertos tipos de plancton, ya que dificulta la formación de carbonato cálcico, el componente principal de sus esqueletos y conchas.
-Arrecifes de coral: Considerados “los bosques tropicales del mar”, los arrecifes están en grave peligro. La acidificación debilita sus estructuras, haciéndolos más vulnerables al blanqueamiento y al colapso.
-Moluscos y mariscos: Ostras, almejas y mejillones enfrentan problemas en sus primeras etapas de desarrollo. Esto afecta no solo a la biodiversidad sino también a la economía pesquera.
-Plancton calcáreo: Estos microorganismos son la base de la cadena alimentaria marina. Su disminución impacta en peces, mamíferos marinos y aves que dependen de ellos para alimentarse.
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Consecuencias económicas y sociales
Las industrias pesquera y acuícola, que generan millones de empleos y alimentan a más de mil millones de personas, ya están sintiendo los efectos de la acidificación. En regiones como el noroeste del Pacífico (EE.UU.) y el sudeste asiático, las comunidades costeras enfrentan disminución de capturas, pérdida de biodiversidad y mayor inseguridad alimentaria.
Además, los arrecifes de coral protegen a más de 150 millones de personas en zonas costeras de tormentas y tsunamis. Su degradación aumenta el riesgo de desastres naturales y obliga a invertir en costosas infraestructuras de defensa.
La relación con el cambio climático
La acidificación es una consecuencia directa del cambio climático, pero también actúa como un amplificador de sus efectos. La combinación de aguas más cálidas, menos oxígeno y mayor acidez crea un entorno cada vez más hostil para la vida marina. Estos factores, actuando simultáneamente, podrían desencadenar extinciones masivas si no se toman medidas urgentes.
¿Hay soluciones?
Aunque revertir la acidificación a corto plazo es difícil, hay acciones que pueden mitigar sus efectos:
-Reducir emisiones de CO₂: La principal causa es el uso de combustibles fósiles. La transición a energías limpias es urgente y prioritaria.
-Proteger ecosistemas marinos: Áreas marinas protegidas y la restauración de pastos marinos y manglares pueden ayudar a absorber carbono y ofrecer refugio a especies vulnerables.
-Investigación y monitoreo: Mejorar el conocimiento científico y los sistemas de observación oceánica es clave para anticipar impactos y diseñar políticas efectivas.
-Educación y conciencia: Informar a la sociedad sobre este fenómeno es fundamental para generar apoyo político y social a las medidas necesarias.


