Astronáutica
La NASA recibe los dos primeros espejos principales para el potente telescopio espacial James Webb
Los dos primeros de los 18 espejos primarios que poseerá el Telescopio Espacial James Webb ya han llegado al Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, en Greenbelt, Maryland.
Los espejos, tras una inspección, permanecerán almacenados en la sala limpia de ese centro espacial hasta que los ingenieros tengan todo a punto para montarlos sobre la estructura del telescopio.
Los restantes 16 espejos harán su camino desde las instalaciones de la compañía Ball Aerospace hasta el Centro Goddard en los próximos 12 meses, tras lo cual llegará la fase de trabajo que culminará en las labores de integración del telescopio en 2015.
La compañía Ball Aerospace, en Boulder, Colorado, bajo contrato con la empresa Northrop Grumman, es la responsable de la tecnología óptica del telescopio y del sistema de espejos de bajo peso.
Uno de los objetivos científicos del Webb es mirar hacia atrás en el tiempo, cuando las galaxias eran muy jóvenes. Para ver objetos tan lejanos y tenues, el Webb necesita un gran espejo. La sensibilidad de un telescopio, o el nivel de detalle que puede ver, está directamente relacionado con el tamaño del área del espejo que recoge la luz de los objetos que están siendo observados. Un área más grande recoge más luz, al igual que un cubo grande recoge más agua de lluvia que uno pequeño.![[Img #10329]](upload/img/periodico/img_10329.jpg)
Los científicos e ingenieros del Webb determinaron que un espejo primario de 6,5 metros de ancho (21 pies y 4 pulgadas) es lo que se necesita para captar razonablemente bien la luz de esas galaxias distantes. Cada una de las 18 unidades de espejo de forma hexagonal que componen el espejo primario mide más de 1,3 metros (4,2 pies) y pesa aproximadamente 40 kilogramos (88 libras).
El Webb será el primer telescopio espacial que utilizará un espejo segmentado con control activo.
La misión del Webb es ambiciosa. Con él se pretende estudiar todas las fases de la historia del universo, que va desde los primeros resplandores luminosos prolongados (la luz de las primeras estrellas formadas después del Big Bang), hasta la formación de sistemas estelares capaces de sostener la vida en planetas similares a la Tierra, incluyendo ello la evolución de nuestro propio sistema solar.
Este telescopio espacial es un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense.
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