Salud
¿Es inevitable que empeore la vista con la edad?
Con el paso de los años, muchas personas notan que necesitan alejar el móvil para leer, o que las señales en la carretera ya no se ven tan claras como antes. Pero ¿es realmente inevitable que nuestra vista de cerca y de lejos empeore con la edad? La respuesta es más matizada de lo que parece. Aunque ciertos cambios oculares forman parte del envejecimiento natural, existen múltiples formas de retrasarlos o minimizar su impacto.
¿Por qué empeora la vista con la edad?
Con el envejecimiento, el sistema visual atraviesa transformaciones estructurales y funcionales. Algunas de las más comunes son:
1. Presbicia (vista cansada)
Suele aparecer entre los 40 y 50 años. El cristalino pierde elasticidad y dificulta el enfoque en objetos cercanos, lo que obliga a usar gafas de lectura.
2. Cataratas
El cristalino se vuelve opaco, reduciendo la claridad visual tanto de cerca como de lejos. Es una causa tratable y común a partir de los 60 años.
3. Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)
Una de las principales causas de pérdida de visión central en mayores de 60. Afecta especialmente la lectura, el reconocimiento de rostros y detalles finos.
4. Glaucoma y retinopatía diabética
Ambas condiciones afectan la retina y el nervio óptico, y pueden provocar pérdida de visión irreversible si no se detectan a tiempo.
¿Se puede prevenir el deterioro de la vista?
Aunque no se puede detener el envejecimiento biológico, hay evidencia científica sólida de que ciertos hábitos y cuidados pueden prevenir o retrasar el deterioro visual:
1. Revisiones periódicas con el oftalmólogo
La detección precoz de enfermedades oculares es clave. Los expertos recomiendan una revisión anual a partir de los 40 años, incluso sin síntomas aparentes.
2. Alimentación rica en antioxidantes
Estudios como el AREDS2 del National Eye Institute han demostrado que nutrientes como la luteína, zeaxantina, zinc, vitamina C y E pueden reducir el riesgo de progresión de enfermedades como la DMAE.
Alimentos recomendados: espinacas, kale, zanahorias, pescados grasos (ricos en omega-3), arándanos y frutos secos.
3. Protección contra la luz ultravioleta
El uso regular de gafas de sol con protección UV puede prevenir el envejecimiento acelerado del cristalino y la retina.
4. Limitar el uso excesivo de pantallas
El síndrome visual informático, caracterizado por fatiga ocular, visión borrosa y sequedad, afecta cada vez a más personas. La regla 20-20-20 es una medida sencilla y efectiva: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies (6 metros) durante al menos 20 segundos.
5. Dormir bien y controlar enfermedades crónicas
El sueño insuficiente, la hipertensión y la diabetes mal controladas afectan directamente la salud ocular. Dormir al menos 7 horas diarias y mantener una buena salud cardiovascular es clave para la vista.
¿Qué papel juega la genética?
La genética influye, pero no lo determina todo. Si bien tener antecedentes familiares de glaucoma o DMAE aumenta el riesgo, los hábitos de vida marcan una diferencia significativa. En muchos casos, personas con predisposición genética no desarrollan estas enfermedades si llevan un estilo de vida saludable.
Tratamientos actuales y en desarrollo
La oftalmología ha avanzado de forma vertiginosa:
-Lentes intraoculares multifocales: para tratar simultáneamente cataratas y presbicia.
-Terapias anti-VEGF: para frenar la progresión de la DMAE húmeda.
-Cirugías láser de corrección visual (LASIK, PRK): permiten corregir defectos refractivos incluso en edades avanzadas.
-Prótesis retinianas y terapias génicas: en investigación para tratar casos de pérdida severa de visión.