Descubren efectos inesperados del impacto de un proyectil contra el asteroide Dimorphos
El sistema binario (pareja) de asteroides integrado por Didymos y Dimorphos recibió en 2022 una visita de la sonda espacial DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA y también el impacto deliberado de un proyectil contra el componente de menor masa de la pareja, Dimorphos. El impacto fue un modo expeditivo de recoger datos de la geología de Dimorphos y también de ensayar una estrategia para desviar asteroides que lleven un rumbo de colisión contra la Tierra.
La prueba logró cambiar la órbita del asteroide como se pretendía, pero en un nuevo estudio se ha descubierto ahora que aquella colisión generó otros efectos, del todo imprevistos.
El estudio es obra de un equipo encabezado por Tony Farnham, de la Universidad de Maryland en Estados Unidos.
Resulta que cuando la nave DART utilizada como proyectil chocó contra Dimorphos en septiembre de 2022, no solo cambió la órbita del asteroide como se pretendía, sino que desató una erupción masiva y extremadamente potente de rocas.
Utilizando imágenes tomadas por LICIACube, una pequeña sonda espacial italiana que observó los efectos del impacto sufrido por Dimorphos, los autores del nuevo estudio rastrearon 104 rocas de entre 0,2 y 3,6 metros de radio que salieron disparadas de Dimorphos a velocidades de hasta 52 metros por segundo. A partir de esas imágenes, determinaron las ubicaciones tridimensionales y las velocidades de las rocas expulsadas.
Observaron que las rocas no se dispersaron aleatoriamente en el espacio. En vez de eso, se congregaron en dos grupos claramente diferenciados, en tanto que un amplio sector del espacio circundante quedó libre de tales escombros. La causa de esta peculiar pauta de agrupación se desconoce.
Llama especialmente la atención el mayor grupo de escombros. Este contiene aproximadamente el 70% de los objetos medidos y fue expulsado hacia el sur en ángulos poco profundos con respecto a la superficie.
Estas imágenes muestran al sistema de Didymos y Dimorphos poco después del impacto provocado en la misión DART. La imagen superior fue captada durante la aproximación de la nave espacial compañera de DART, LICIACube, que sobrevoló la zona unos minutos después del impacto y captó imágenes de los efectos de la colisión. La imagen inferior fue captada durante la fase de alejamiento. En la imagen de arriba, Didymos está en la zona superior izquierda, mientras que en la imagen de abajo está en la zona superior derecha. El material expulsado por el impacto conforma mayormente un cono asimétrico visible por su polvo. El cono presenta filamentos, así como más de un centenar de rocas con tamaños en torno a un metro que fueron expulsadas hacia direcciones inusualmente específicas. (Fotos: NASA DART team / LICIACube. CC BY-NC-SA)
Este hallazgo indica que, si bien la misión demostró con éxito que los impactadores cinéticos como el de la misión DART pueden alterar la trayectoria de un asteroide, existe el riesgo de una expulsión profusa de rocas que pueda hacer más complicada la defensa.
Teniendo en cuenta todo esto, los autores del estudio advierten que todo apunta a que el uso de proyectiles para desviar asteroides por impacto en el marco de la defensa planetaria es mucho más complejo de lo que la comunidad científica supuso inicialmente.
El nuevo estudio se titula “High-speed Boulders and the Debris Field in DART Ejecta”. Y se ha publicado en la revista académica The Planetary Science Journal. (Fuente: NCYT de Amazings)