¿Qué tan rápido puede acelerar un coche eléctrico?

Durante décadas, la velocidad y la aceleración fueron territorio exclusivo de los motores de combustión interna. Sin embargo, en la última década, los coches eléctricos no solo han igualado ese terreno: lo han conquistado. Hoy, vehículos eléctricos como el Tesla Model S Plaid o el Rimac Nevera superan los tiempos de aceleración de superdeportivos emblemáticos. ¿Pero cómo es posible esta hazaña? ¿Qué hace que un coche eléctrico pueda acelerar tan rápido?

Aceleración Instantánea: El Secreto Está en el Par Motor

Una de las claves de la impresionante aceleración de los coches eléctricos está en su par motor instantáneo. A diferencia de los motores térmicos, que necesitan alcanzar un régimen de revoluciones alto para entregar su potencia máxima, los motores eléctricos entregan todo su torque desde cero revoluciones. Esto se traduce en una respuesta inmediata al pisar el acelerador.

Comparativa de Tiempos: Coche Eléctrico vs. Coche de Combustión

Los datos son elocuentes: los coches eléctricos de alto rendimiento no solo están a la altura, sino que superan a muchos superdeportivos convencionales.

¿Por Qué Son Tan Rápidos?

Además del par motor instantáneo, hay otros factores técnicos que contribuyen a la aceleración:

-Transmisión más simple: Muchos coches eléctricos utilizan una única marcha, eliminando el tiempo perdido en los cambios de velocidad.

-Distribución de peso baja y centrada: Las baterías se colocan en el suelo del vehículo, mejorando la tracción y el centro de gravedad.

-Tracción total optimizada: Algunos modelos como el Tesla Plaid tienen motores en cada eje, lo que permite un control ultra preciso del reparto de potencia.

-Gestión electrónica avanzada: Los sistemas de control del motor eléctrico pueden realizar ajustes en milisegundos, maximizando la tracción y la aceleración sin pérdida de energía.

¿Esto Significa Que Todos los Eléctricos Aceleran Rápido?

No necesariamente. Si bien los eléctricos tienen la capacidad de ofrecer una aceleración superior, no todos están diseñados para ello. Un coche urbano como el Renault Zoe o el Nissan Leaf tiene una aceleración modesta, pensada para la eficiencia energética y la autonomía, no para el rendimiento.

Sin embargo, incluso estos modelos suelen acelerar más rápido que sus equivalentes de combustión en la misma categoría.

Con el desarrollo de nuevas baterías, motores más ligeros y sistemas de control aún más inteligentes, la aceleración de los coches eléctricos continuará mejorando. Algunos fabricantes ya experimentan con motores en cada rueda y tecnologías de vectorización de par que podrían redefinir el concepto de "despegue" en carretera.