Medicina
Nuevos tratamientos para el Alzheimer
El Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa progresiva, afecta a más de 55 millones de personas en el mundo, según la OMS. Su impacto no solo es devastador para quienes la padecen, sino también para familiares, cuidadores y sistemas de salud. Aunque aún no existe una cura definitiva, la investigación científica avanza a pasos agigantados.
¿Qué es el Alzheimer y por qué es tan difícil de tratar?
El Alzheimer es la forma más común de demencia. Se caracteriza por la acumulación anormal de proteínas (beta-amiloide y tau) en el cerebro, lo que provoca una pérdida progresiva de la memoria y de otras funciones cognitivas. Su origen es multifactorial, involucrando factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. La dificultad para tratarlo radica en su desarrollo silencioso durante años antes de mostrar síntomas, y en la complejidad del cerebro humano.
Fármacos recientemente aprobados
1. Lecanemab (Leqembi): una nueva era en la terapia antiamiloide
En 2023, la FDA de EE. UU. aprobó Lecanemab, un anticuerpo monoclonal que actúa sobre la proteína beta-amiloide, reduciendo sus placas en el cerebro. En ensayos clínicos, ha mostrado ralentizar el deterioro cognitivo en fases tempranas del Alzheimer.
2. Donanemab: resultados alentadores en fases iniciales
En 2024, Donanemab, desarrollado por Eli Lilly, ha demostrado eficacia similar, con una reducción significativa del deterioro en pacientes con niveles bajos de proteína tau. Está en proceso de aprobación por organismos regulatorios europeos.
Tratamientos en investigación: más allá de las proteínas tóxicas
3. Terapias dirigidas a la proteína tau
Aunque muchos fármacos se han centrado en el beta-amiloide, la proteína tau es clave en la progresión del Alzheimer. Varias compañías, como Biogen y Genentech, están desarrollando terapias para prevenir la propagación de esta proteína entre neuronas.
4. Vacunas experimentales
Vacunas como ACI-35 y UB-311 están en ensayos clínicos. Su objetivo es estimular el sistema inmunitario para atacar las proteínas patológicas sin dañar el tejido cerebral sano.
Terapias no farmacológicas complementarias
5. Estimulación cerebral y terapias digitales
La estimulación magnética transcraneal (TMS) y programas de estimulación cognitiva digital están ganando tracción como terapias adyuvantes. Algunos estudios muestran mejoras en la memoria a corto plazo y el estado de ánimo.
6. Dieta, ejercicio y sueño: pilares esenciales
No se debe subestimar el impacto del estilo de vida. Dietas como la MIND (combinación de la mediterránea y la DASH), el ejercicio aeróbico regular y una buena higiene del sueño pueden reducir el riesgo de Alzheimer y ralentizar su avance en fases iniciales.
Terapias génicas y medicina personalizada: el futuro del tratamiento
El desarrollo de tratamientos personalizados, basados en el perfil genético del paciente (como la presencia del gen APOE4), se perfila como el siguiente gran paso. Las terapias génicas y la edición genética (CRISPR) se exploran como estrategias a largo plazo.