Psicología
Afantasía: el enigma de la mente sin imágenes que desconcierta a la ciencia
¿Alguna vez te han pedido que cierres los ojos e imagines una playa soleada, con el mar en calma y el sonido de las olas? Para la mayoría, esa instrucción activa una escena mental clara, casi como una fotografía interior. Sin embargo, existe un grupo de personas que, al intentarlo, solo encuentran oscuridad. A esa condición se la conoce como afantasía.
¿Qué es la afantasía?
La afantasía es la incapacidad de visualizar imágenes mentales. Fue descrita por primera vez en 2015 por el neurólogo Adam Zeman, de la Universidad de Exeter (Reino Unido). Aunque el término es reciente, muchas personas han vivido toda su vida sin saber que su forma de percibir el mundo era distinta.
En quienes tienen afantasía, los recuerdos, los rostros de seres queridos o las escenas de un libro no aparecen en forma de imágenes, sino como conceptos abstractos, palabras o sensaciones.
Prevalencia: ¿cuántas personas la tienen?
Se estima que entre el 2% y el 5% de la población mundial presenta afantasía, aunque la cifra podría ser mayor, dado que la mayoría de los casos no se diagnostican. Muchas personas solo descubren esta condición al comparar sus experiencias con las de otros.
¿Qué causa la afantasía?
La ciencia aún no tiene todas las respuestas. Estudios con resonancia magnética funcional sugieren que la afantasía podría estar relacionada con diferencias en la conectividad entre áreas cerebrales responsables de la memoria y la generación de imágenes visuales. Algunos casos aparecen tras lesiones neurológicas, mientras que otros parecen tener un componente genético.
¿Cómo se vive con afantasía?
Las experiencias varían:
-Algunas personas con afantasía llevan una vida completamente normal y solo notan la diferencia en conversaciones o tests de imaginación.
-Otras afirman que la condición influye en su creatividad, su forma de soñar o incluso en cómo recuerdan momentos importantes.
-Curiosamente, no todos los sueños se ven afectados: muchos individuos con afantasía reportan soñar en imágenes vívidas, aunque despiertos no puedan evocarlas.
Impacto en la creatividad y la memoria
Un hallazgo llamativo es que la falta de imágenes mentales no necesariamente limita la creatividad artística o científica. De hecho, algunos escritores, músicos y programadores con afantasía aseguran que su mente se organiza más en conceptos y estructuras lógicas que en escenas visuales.
En cuanto a la memoria autobiográfica, se ha observado que algunas personas con afantasía recuerdan menos detalles visuales del pasado, aunque compensan con recuerdos verbales o emocionales.
Diagnóstico y detección
Actualmente, la afantasía se identifica principalmente mediante cuestionarios como el Vividness of Visual Imagery Questionnaire (VVIQ), que mide la intensidad de las imágenes mentales. No existe, por ahora, una prueba clínica definitiva.
¿Tiene tratamiento?
No hay una “cura” para la afantasía, pero tampoco se considera una enfermedad. Más bien, se entiende como una variación de la experiencia humana. Algunos investigadores exploran técnicas de estimulación cerebral o entrenamiento cognitivo para mejorar la visualización, pero aún no hay evidencias concluyentes.
Un campo en expansión
La afantasía está atrayendo cada vez más interés científico. Comprender esta condición no solo ayudará a quienes la viven, sino que también permitirá a los neurocientíficos responder a preguntas fundamentales sobre cómo construimos recuerdos, cómo funciona la imaginación y cómo el cerebro convierte la información en experiencias subjetivas.