Historia de la Ciencia
Erasmus Darwin: el visionario olvidado que anticipó la teoría de la evolución
Cuando hablamos de la teoría de la evolución, el nombre de Charles Darwin surge de inmediato. Sin embargo, mucho antes de que El origen de las especies viera la luz en 1859, ya existía un pensador que había planteado ideas sorprendentes sobre la transformación de las especies: Erasmus Darwin (1731–1802), abuelo de Charles, médico, naturalista, poeta y uno de los grandes intelectuales de la Ilustración británica.
Un médico adelantado a su tiempo
Nacido en Nottinghamshire, Inglaterra, Erasmus Darwin se convirtió en un médico de gran prestigio. Su consulta en Lichfield llegó a ser una de las más importantes del país. Pero su verdadera pasión iba más allá de la medicina: se interesó por la botánica, la zoología, la física, la ingeniería y la filosofía natural.
En una época en la que la ciencia todavía estaba separándose de la tradición escolástica, Darwin formó parte de la Lunar Society, un círculo de científicos e inventores británicos que incluía a figuras como James Watt y Josiah Wedgwood. Este grupo se reunía para debatir sobre avances científicos, industriales y sociales, impulsando lo que luego se conocería como la Revolución Industrial.
Erasmus Darwin y las primeras ideas evolutivas
Uno de los aspectos más fascinantes de su legado es su intuición sobre la evolución. En su obra "Zoonomia" (1794–1796), Darwin sugirió que todas las formas de vida podían tener un origen común y que las especies se transformaban a lo largo del tiempo.
Aunque no desarrolló un mecanismo tan preciso como la selección natural que su nieto formularía décadas después, Erasmus planteó que los cambios respondían a la lucha por la supervivencia, la influencia del entorno y la transmisión de características adquiridas. Estas ideas lo situaron como un precursor directo de la biología evolutiva moderna.
(Foto: Wikimedia Commons)
Un poeta científico
A diferencia de muchos científicos de su época, Erasmus Darwin recurrió también a la poesía para divulgar el conocimiento. En "The Botanic Garden", describía con un lenguaje lírico los procesos naturales, la sexualidad de las plantas y la belleza de la vida. Este estilo divulgativo, que combinaba ciencia y literatura, lo convirtió en un personaje muy popular en la Inglaterra georgiana.
A pesar de sus aportes, la figura de Erasmus Darwin quedó eclipsada por la fama de su nieto Charles. Sin embargo, los historiadores de la ciencia reconocen hoy que sin las intuiciones y escritos de Erasmus, quizá la teoría de la evolución no habría tenido un terreno tan fértil en el que desarrollarse.