Zoología
La avispa de mar: el animal más venenoso del planeta
Cuando pensamos en animales venenosos, muchos imaginan serpientes, arañas o escorpiones. Sin embargo, el título del animal más venenoso del mundo no lo ostenta ninguno de ellos, sino una criatura marina casi invisible: la avispa de mar (Chironex fleckeri), también conocida como medusa de caja.
Un asesino transparente del océano
La avispa de mar habita principalmente en las aguas del norte de Australia, Filipinas y otras zonas del sudeste asiático. Sus tentáculos, que pueden alcanzar hasta tres metros de longitud, contienen millones de células urticantes capaces de inyectar un veneno letal en cuestión de segundos.
Este veneno no solo provoca un dolor insoportable, descrito como una quemadura de fuego líquido, sino que además puede detener el corazón en menos de cinco minutos. No es casualidad que los expertos la cataloguen como el organismo más letal de la naturaleza.
¿Qué hace tan peligroso a su veneno?
El veneno de la avispa de mar contiene toxinas que atacan simultáneamente al sistema nervioso, la piel y el corazón. A diferencia de otras especies venenosas, su capacidad de acción es extremadamente rápida, lo que reduce las posibilidades de supervivencia sin asistencia médica inmediata.
Además, no existe un antídoto completamente efectivo: el tratamiento suele consistir en aplicar vinagre para neutralizar las toxinas superficiales y recurrir a soporte vital avanzado en un hospital.
(Foto: Wikimedia Commons)
Una amenaza estacional
Los ataques suelen producirse entre octubre y mayo, durante la llamada "temporada de medusas" en el norte de Australia. Por ello, muchas playas instalan redes de protección y recomiendan a los bañistas utilizar trajes especiales para reducir el riesgo de contacto.
¿Se puede aprovechar su veneno?
Paradójicamente, el mismo veneno que mata podría salvar vidas. Investigaciones recientes sugieren que ciertas moléculas de la avispa de mar podrían tener aplicaciones médicas, desde tratamientos contra el dolor crónico hasta posibles usos en la cardiología. La biotecnología busca transformar un arma mortal en una herramienta terapéutica.