Astronomía
¿Se produjo un encuentro cercano entre el Sol y otra estrella en el pasado?
Durante décadas, los astrónomos se han preguntado si nuestro Sol ha tenido encuentros cercanos con otras estrellas a lo largo de su historia en la Vía Láctea. La idea no es descabellada: la galaxia es un entorno dinámico donde los astros orbitan alrededor del centro galáctico, cruzándose en trayectorias que, en ocasiones, los acercan peligrosamente.
¿Qué significa un encuentro estelar cercano?
En astronomía, un encuentro cercano se define como el paso de una estrella relativamente próxima al Sistema Solar, a una distancia de fracciones de año luz. Aunque suene lejano, un paso a menos de 1 año luz podría alterar la nube de Oort —ese vasto reservorio de cometas que rodea al Sol— y generar consecuencias visibles en forma de lluvias de cometas en la Tierra.
Evidencias de encuentros pasados
Gracias a los datos de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea, los astrónomos han podido rastrear con gran precisión el movimiento de millones de estrellas cercanas. Uno de los hallazgos más relevantes fue el de la estrella de Scholz, que hace unos 70.000 años pasó a tan solo 0,8 años luz del Sol, atravesando probablemente la periferia de la nube de Oort.
Aunque ese acercamiento no afectó directamente a la estabilidad de los planetas, sí pudo haber enviado cometas hacia el interior del Sistema Solar. Es uno de los ejemplos más claros de que los encuentros estelares no son una mera hipótesis, sino una realidad documentada.
![[Img #76856]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/09_2025/212_scholzs_star_vphas.jpg)
(Foto: Wikimedia Commons)
¿Ocurrieron encuentros aún más cercanos en el pasado remoto?
Algunos modelos sugieren que en los primeros cientos de millones de años de vida del Sol, cuando este todavía formaba parte de su cúmulo estelar de origen, las interacciones cercanas con otras estrellas debieron ser frecuentes. Estas aproximaciones podrían haber influido en la forma de la nube de Oort y en la distribución inicial de los planetas menores.
Incluso se ha planteado que ciertas irregularidades en las órbitas de objetos transneptunianos —como Sedna— podrían ser huellas de encuentros antiguos con otras estrellas.
¿Qué pasará en el futuro?
Los cálculos también permiten mirar hacia adelante. Dentro de 1,3 millones de años, la estrella Gliese 710, en la constelación de la Serpiente, pasará a solo 0,2 años luz del Sol, convirtiéndose en el encuentro estelar más cercano conocido en el futuro. Ese acercamiento será lo suficientemente intenso como para perturbar miles de cometas de la nube de Oort, enviándolos hacia el interior del Sistema Solar.
Un recordatorio de nuestra fragilidad cósmica
La historia del Sol no es estática: forma parte de un ballet galáctico en el que las estrellas se acercan y se alejan en un ciclo continuo. Estos encuentros, lejanos para la escala humana, son parte de la evolución natural de nuestro vecindario cósmico.
Lo que hoy parece ciencia ficción —el paso cercano de otra estrella— en realidad es un fenómeno recurrente en la vida del Sistema Solar. La investigación astronómica actual nos permite rastrear estos encuentros pasados y anticipar los que vendrán, recordándonos que la Tierra y su estrella no viajan solas, sino en constante interacción con el resto de la galaxia.



