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Redacción
Viernes, 19 de Septiembre de 2025
Astrobiología

Más detalles sobre la atmósfera y la superficie de un planeta que podría ser habitable

Las últimas observaciones del planeta TRAPPIST-1 e realizadas por el telescopio espacial James Webb aportan nuevos datos sobre su atmósfera y su superficie.

 

Los descubrimientos, hace pocos años, de siete planetas rocosos en órbita a la estrella enana roja TRAPPIST-1, situada a unos 40 años-luz de distancia de la Tierra, atrajeron de inmediato mucha atención porque esos planetas tienen una gran similitud en tamaño y masa con los planetas rocosos de nuestro sistema solar.

 

Aunque todos esos planetas orbitan mucho más cerca de su estrella de lo que cualquiera de los planetas de nuestro sistema solar orbita alrededor del Sol (todos podrían caber holgadamente con sus respectivas órbitas por el interior de la órbita de Mercurio), reciben de su pequeña estrella cantidades comparables de energía, debido a la menor potencia de ese sol.

 

TRAPPIST-1 e está situado en la franja orbital donde el calor que llega ahí procedente de la estrella es justo el adecuado para permitir la existencia de agua líquida en los planetas allí ubicados, siempre y cuando posean una atmósfera lo bastante consistente. Dado que el agua es un ingrediente esencial para la vida, resulta factible la existencia de formas de vida en un exoplaneta (planeta de fuera de nuestro sistema solar) que posea mares, ríos y lagos de agua.

 

Aprovechando varias ocasiones en las que TRAPPIST-1 e pasó por delante de su estrella desde la perspectiva visual de la Tierra, un instrumento del telescopio espacial James Webb, concretamente el NIRSpec, un espectrógrafo que trabaja en la banda del infrarrojo cercano, fue apuntado hacia el planeta, de modo que pudiera ser captada luz de la estrella atravesando la atmósfera de TRAPPIST-1 e y las diferencias entre el espectro de la luz estelar pura y la alterada por la atmósfera aportasen algunas informaciones sobre la física y la química de dicha atmósfera.

 

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Recreación artística de la estrella TRAPPIST-1 y cuatro de sus planetas. (Ilustración: NASA / ESA / CSA / STScI / Joseph Olmsted (STScI))

 

Aunque todavía es poca la información obtenida, sí parece ya claro que TRAPPIST-1 e no posee ya su atmósfera original, de hidrógeno y helio, como tampoco la posee hoy en día la Tierra. En muchos planetas, incluida la Tierra, se forma una atmósfera nueva, a base de gases más pesados, después de que pierdan su atmósfera original.

 

Quizá TRAPPIST-1 e ha seguido esa misma evolución, pero no puede descartarse que se haya quedado sin atmósfera.

 

Sí está claro que, en caso de haber una atmósfera, no estará dominada por el dióxido de carbono como sí lo están la de Marte y la de Venus. El dióxido de carbono puede estar presente, pero sin ser el componente principal.

 

También se ha llegado a la conclusión de que si hay agua líquida en TRAPPIST-1 e, estará acompañada de un efecto invernadero, mediante el cual varios gases, en particular el dióxido de carbono, mantendrán la atmósfera estable y evitarán un enfriamiento excesivo del planeta.

 

Según el análisis realizado por los investigadores, el agua podría adoptar la forma de un océano global o cubrir un área más pequeña del planeta. En este último caso, dicha área se hallaría en el sector del planeta donde siempre es mediodía y estaría rodeada de hielo. Hay que tener en cuenta que los planetas que orbitan a poca distancia de su estrella experimentan una sincronización entre su rotación y su movimiento de traslación que hace que en una cara del planeta siempre sea de día y en la opuesta siempre de noche.

 

Esta investigación sobre la atmósfera y la superficie de TRAPPIST-1 e se ha llevado a cabo en dos estudios separados. Uno se titula “JWST-TST DREAMS: Secondary Atmosphere Constraints for the Habitable Zone Planet TRAPPIST-1 e” y su primera firmante es Ana Glidden, del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial, adscrito al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos. El otro se titula “JWST-TST DREAMS: NIRSpec/PRISM Transmission Spectroscopy of the Habitable Zone Planet TRAPPIST-1 e” y su primer firmante es Néstor Espinoza, del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial en la ciudad estadounidense de Baltimore. Ambos estudios se han publicado en la revista académica The Astrophysical Journal Letters.

 

El Telescopio Espacial James Webb (JWST) es producto de una colaboración internacional encabezada por la NASA, la ESA y la CSA, respectivamente las agencias espaciales estadounidense, europea y canadiense. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

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