Astrobiología y astronáutica
Más posibilidades de que el robot Rosalind Franklin encuentre vestigios de vida en Marte
Rosalind Franklin es un róver robótico así llamado en honor de la científica de ese nombre que fue codescubridora de la estructura de doble hélice del ADN pero falleció cuando solo tenía 37 años y sin que se le reconociese su logro en aquel momento ni durante muchos años después. El róver, de la Agencia Espacial Europea (ESA) despegará de la Tierra en 2028 si no surgen imprevistos.
El robot tiene la misión de buscar vestigios de antiguas formas de vida en Marte. Aterrizará en la zona de Oxia Planum, que es una extensa llanura rica en minerales de arcilla que se formaron por la presencia de agua en una época del pasado lejano de Marte
Las posibilidades de que Rosalind Franklin encuentre tales biofirmas son mayores de lo estimado previamente, a juzgar por las conclusiones sobre algunos rasgos de Oxia Planum a las que se ha llegado en dos estudios presentados recientemente en un congreso conjunto de las organizaciones Europlanet y DPS (Division for Planetary Sciences) celebrado en Helsinki, Finlandia.
Uno de estos estudios, presentado en el congreso por Aleksandra Sokolowska de la Universidad Brown en Estados Unidos y del Imperial College de Londres en el Reino Unido, describe cómo la identificación de 258 desprendimientos de rocas en la zona de aterrizaje proporciona una excelente oportunidad para que el robot explore material que de otro modo resultaría del todo inaccesible.
Muchas de las rocas arrastradas por los desprendimientos miden menos de 2,5 metros, y la mayor mide 8 metros. Lo que realmente las delata son sus huellas, que pueden tener metros de profundidad y extenderse 500 metros por la superficie del terreno.
Sokolowska y sus colegas identificaron los desprendimientos en 48 sitios gracias a un proceso semiautomático, con algoritmos de aprendizaje profundo (una modalidad de inteligencia artificial). Estos algoritmos detectaron posibles desprendimientos, los cuales fueron luego analizados por los científicos humanos a fin de verificar que eran tal cosa. La mayoría de los desprendimientos se encontraron en las empinadas paredes de montículos, cráteres y acantilados.
Los fragmentos de roca que se incrustaron en laderas de montículos, de cráteres y otros desniveles escarpados, antes de caer, deben haber estado parcialmente protegidos de la radiación que inunda Marte desde el espacio. Esto, en teoría, aumentará las posibilidades de conservación de moléculas orgánicas intactas en ellos. La tierra desplazada desde metros bajo la superficie por los desprendimientos también podría proporcionar una nueva fuente de muestras accesibles para que el róver las examine.
El otro estudio, presentado por Ananya Srivastava, de la Universidad del Oeste de Ontario en Canadá, revela cómo las arcillas ricas en materia orgánica de Oxia Planum podrían haberse originado en otras partes de Marte y haberse depositado en sus puntos actuales mediante una serie de inundaciones hace más de 3500 millones de años.
Las arcillas son un objetivo prioritario para Rosalind Franklin porque pueden preservar moléculas orgánicas, muchas de las cuales son precursoras de los componentes básicos de la vida. Las unidades geológicas arcillosas de Oxia Planum presentan secciones inferiores y superiores con una composición diferente (presentadas en mapas infrarrojos con colores falsos, naranja y azul respectivamente). Anteriormente se había sugerido que estas representan una única y extensa unidad arcillosa, con una unidad naranja en la base y otra azul encima, lo que concuerda con una formación in situ de las arcillas.
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Terreno de la zona de Oxia Planum rico en arcilla. Imagen captada por la sonda espacial MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) de la NASA. (Imagen: NASA JPL / Caltech / Univ. of Arizona)
Srivastava y su equipo estudiaron las unidades arcillosas expuestas en las paredes de diversos cráteres y descubrieron que, en todo Oxia Planum, existen múltiples capas de secciones naranjas y azules alternadas. Además, al comparar los datos de composición suministrados por la nave MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) de la NASA y la nave Mars Express de la ESA con imágenes de alta resolución captadas por la MRO y la nave TGO (Trace Gas Orbiter) de la ESA, el equipo de Srivastava encontró un patrón. Los cráteres a menor altitud tienden a tener capas naranjas y azules más gruesas que los de mayor altitud, y en general, el espesor promedio de estas capas aumenta cuesta abajo por las antiguas tierras altas al noroeste de Oxia Planum.
Estos resultados, en particular la variación en el espesor de las capas, sugieren que las arcillas se originaron en otro lugar antes de ser transportadas y depositadas en la cuenca de Oxia Planum.
Es probable que las arcillas fueran transportadas a Oxia Planum por ríos que fluían desde las tierras altas. La existencia de múltiples capas sugiere que se produjeron ráfagas cíclicas de agua que se vertieron en Oxia Planum hace unos 3500 millones de años, antes de que Marte perdiera por completo su agua líquida. Por lo tanto, las capas repetidas que contienen arcilla pueden ser una señal del clima antiguo y las condiciones geológicas de Marte, ofreciendo pistas sobre cómo evolucionó Marte en los inicios de su historia. (Fuente: NCYT de Amazings)



