Inteligencia animal
Nuevos hallazgos sobre la inteligencia de los perros aplicada al lenguaje
Dos estudios recientes realizados en la Universidad Eotvos Lorand de Budapest en Hungría revelan aspectos muy llamativos acerca de la habilidad de los perros entendiendo el lenguaje humano y exploran hasta dónde podría llegar.
Uno de estos estudios se titula “Dogs extend verbal labels for functional classification of objects”, se ha publicado en la revista académica Current Biology y es obra de Claudia Fugazza, Andrea Sommese y Ádám Miklósi.
El estudio revela que los perros, o por lo menos aquellos que han sido capaces de aprender un vocabulario lo bastante amplio de nombres de objetos que le sirven de juguetes al perro, son capaces de extender el significado de cada palabra a objetos enteramente nuevos para ellos, y no porque simplemente se parezcan y uno pueda confundirse con el otro, sino porque ambos se usan del mismo modo.
La habilidad de usar el nombre de un objeto para referirse a otros parecidos es, en el ser humano, un rasgo inherente del desarrollo temprano del lenguaje. Aparte de en el ser humano, hasta ahora solo se había documentado en unos pocos animales entrenados específicamente para este conocimiento del lenguaje, tras años de adiestramiento intensivo en cautiverio.
Sin embargo, la habilidad lógica para asignar el mismo nombre a objetos de formas claramente diferentes pero que sirven para lo mismo, es una habilidad intelectual mucho más compleja y demuestra que los perros pueden alcanzar un nivel cognitivo asombroso.
Los perros son más inteligentes de lo que se podría esperar y esta agudeza intelectual mayor de lo normal puede deberse en parte a que llevan miles de años conviviendo con humanos. (Foto: Department of Ethology / Eötvös Loránd University)
El otro estudio realizado en la Universidad Eotvos Lorand parte de un hecho incuestionable. Cualquier persona que conviva con un perro sabe que puede decirle cosas que él entiende: palabras que significan acciones que quiere que el animal efectúe; actividades que le comunica que van a realizar, como salir a dar un paseo; nombres de alimentos que le gustan y le ofrece; y otras muchas cosas.
Esta capacidad de comprensión de palabras del lenguaje humano implica que el perro es capaz de memorizar palabras humanas en su forma sonora y sus correspondientes significados. Eso también implica que si el animal tuviera un modo de expresar acústicamente dichas palabras, podría ser capaz de tomar la iniciativa y pedirle a la persona el alimento que le apetece, la actividad que desea realizar y decirle otras cosas que a él le interesasen o inquietaran.
En este tema, el de la capacidad cognitiva de los perros aplicada a una hipotética expresión suya de palabras humanas, ha profundizado ese otro estudio. Se titula “Let’s talk about “talking” dogs! Reviewing the science behind a bold idea”, se ha publicado en la revista académica Biologia Futura y es obra de Paula Pérez Fraga, Rita Lenkei, László Róbert Zsiros, Balázs Szigeti y Tamás Faragó.
Entre otras cuestiones, en este estudio se aborda la evolución que han experimentado y seguirán experimentando los perros como consecuencia del estrecho contacto que tienen con los humanos desde hace muchos miles de años y que previsiblemente seguirá en el futuro por tiempo indefinido. ¿Hasta qué punto esa evolución puede incrementar la capacidad de los perros para expresarles cosas a los humanos? ¿Qué consecuencias puede traer? (Fuente: NCYT de Amazings)