Astronáutica y astronomía
La nave Platón, que buscará planetas similares a la Tierra, supera una fase crítica de su fabricación
Este telescopio espacial superó recientemente una de las fases más delicadas de su desarrollo: la integración de sus componentes principales, las 26 cámaras científicas y el módulo de servicio que alberga toda la electrónica de adquisición, procesamiento y control de los instrumentos. Esta etapa, realizada en las instalaciones de la empresa aeroespacial OHB en Alemania, marca un paso fundamental hacia el lanzamiento al espacio previsto para diciembre de 2026 desde la Guayana Francesa a bordo de un cohete Ariane 6.
El nombre oficial de la nave es PLATO, acrónimo de PLAnetary Transits and Oscillations of stars (Tránsitos planetarios y oscilaciones estelares), pero también es el nombre, en inglés, del filósofo griego Platón que, entre muchas otras cosas, estudió el movimiento de los planetas.
La misión está liderada por la Agencia Espacial Europea (ESA).
El objetivo de la misión es ambicioso: descubrir y estudiar exoplanetas rocosos, de tamaño similar al de la Tierra, que orbiten en torno a estrellas parecidas al Sol. Gracias a su diseño único y a su ubicación en un punto de Lagrange, concretamente en el L2, la nave podrá observar más de 250.000 estrellas, utilizando el método del tránsito para detectar pequeñas caídas en el brillo estelar causadas por el paso de un planeta.
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Ingenieros de OHB inspeccionan las 24 cámaras recién instaladas de Platón en el banco óptico de la nave, encargado de mantenerlas alineadas. Cada cámara, con cuatro sensores CCD, suma un total de dos mil millones de píxeles. (Foto: DLR. CC BY-NC-ND 3.0)
Destacada participación del IAC en el desarrollo de la misión
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en España, desempeña un papel fundamental en esta misión tanto a nivel científico como tecnológico. En colaboración con el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España), el IAC ha contribuido al diseño y fabricación del sistema electrónico de la unidad principal del telescopio, conocida como MEU (Main Electronic Unit). Cada una de las 2 cajas con las que cuenta esta unidad, esencial para el procesamiento de los datos científicos, incorpora seis ordenadores de procesamiento (NDPU), enrutadores SpaceWire y fuentes de alimentación (MEU-PSU) desarrolladas por el equipo de ingeniería del IAC.
El reto tecnológico ha sido considerable: cada MEU debe procesar datos de miles de estrellas en tiempo casi real con un consumo inferior a 17 vatios y un peso menor a 11 kilogramos. El IAC ha participado desde el inicio en la definición de las especificaciones, el diseño, y la supervisión de la producción industrial de estos sistemas, con un equipo liderado por José Javier Díaz García e integrado por los ingenieros Hugo García Vázquez y Javier López Campos.
Preparando el descubrimiento de nuevos exoplanetas
En el plano científico, el IAC también lidera tareas clave. Entre ellas, coordina la detección de planetas alrededor de estrellas binarias y varios aspectos del análisis de las curvas de luz mediante astrosismología, técnica esencial para una descripción profunda de los sistemas planetarios descubiertos. Además, el IAC está organizando campañas de observación desde tierra con telescopios situados en los Observatorios de Canarias, tanto en Tenerife como en La Palma, para confirmar y caracterizar los exoplanetas identificados por la nave.
Se espera que el telescopio espacial Platón descubra miles de nuevos mundos (algunos rocosos como la Tierra, otros dominados por el hielo, y otros gaseosos) en torno a distintos tipos de estrellas, tal como señala Hans Deeg, investigador principal del proyecto en el IAC. “Una vez identificados estos candidatos, serán estudiados en mayor detalle desde la Tierra mediante observaciones complementarias y otras técnicas, como la medición de la velocidad radial, que permite conocer la masa de los planetas y confirmar su existencia”, explica Deeg.
La participación española en la misión es amplia y está coordinada por un consorcio que incluye al IAC, el IAA, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el Centro de Astrobiología (CAB, dependiente del CSIC y del INTA), el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE, del CSIC), la Universidad de Granada (UGR) y la Universidad de Valencia (UV). Entre sus aportaciones más destacadas se encuentran el desarrollo de las estructuras termomecánicas de las cámaras científicas por parte del CAB, la calibración en vacío térmico de diez de ellas a cargo del INTA, y la participación del IAA y el IAC en el diseño y fabricación de las unidades electrónicas principales del telescopio. (Fuente: IAC)



