Inevitablemente a mucha gente le vendrá a la mente la base argumental de "Parque Jurásico" ante los fascinantes resultados de una nueva tanda de análisis que revelan más evidencias de la preservación de antiguas proteínas de dinosaurios.
Los resultados de esta nueva investigación demuestran además que las muestras empleadas no han sido contaminadas con material moderno que pudiera inducir a engaños, y respaldan la idea de que puede ser factible la conservación de ADN en restos tan antiguos como los de dinosaurios.
En 2005, la paleontóloga Mary Schweitzer del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte y la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos, descubrió, en los restos de un Tiranosaurio Rex de entre 67 y 68 millones de años de antigüedad, lo que parecía ser tejido blando conservado del animal. En una investigación posterior, se encontró un nuevo ejemplo de aparente conservación en un espécimen incluso más antiguo, un Brachylophosaurus canadensis de alrededor de 80 millones de años. En 2007 y de nuevo en 2009, Schweitzer y sus colaboradores se valieron de análisis químicos y moleculares para confirmar que el material fibroso extraído de los especímenes era colágeno.
El nuevo paso del equipo de Schweitzer ha sido averiguar si las estructuras celulares dentro de la matriz fibrosa corresponden a osteocitos (células óseas). Recurriendo a una amplia gama de técnicas, incluyendo microscopía, histoquímica, y espectrometría de masas, el equipo de Schweitzer ha obtenido nuevas evidencias de que estas estructuras corresponden a osteocitos de dinosaurio. Esto también lo respaldan ciertos detalles de mayor afinidad con los pájaros actuales que con otros tipos de animales; tengamos en cuenta que hoy en día buena parte de la comunidad científica considera que las aves descienden de los dinosaurios y que son en muchos aspectos sus parientes evolutivos vivos más cercanos.
Los supuestos osteocitos de Tiranosaurio Rex (B), de Brachylophosaurus canadensis (E) y los de avestruz (H) muestran una respuesta positiva al yoduro de propidio, un tinte de intercalación de ADN. Fotos: Universidad Estatal de Carolina del Norte.
Schweitzer y su equipo también han hecho análisis a fin de detectar la presencia de ADN dentro de las supuestas estructuras celulares en los restos de los dos especímenes de dinosaurio mencionados, el Tiranosaurio Rex y el Brachylophosaurus canadensis. Lo han detectado, y los resultados apuntan a que ese ADN es el original de cada uno de esos dos dinosaurios, aunque, sin datos de secuenciación, es imposible confirmar que el ADN es de dinosaurio.
En la
investigación también han trabajado Marshall Bern, del Centro de investigación de Palo Alto (PARC) en California, quien llevó a cabo los análisis por espectrometría de masas, así como Timothy Cleland y Wenxia Zheng de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.