Historia de la Ciencia
Edward Jenner: Dando origen a la vacunación moderna
En el corazón de la Inglaterra rural del siglo XVIII, un médico con mente curiosa y espíritu empírico sentó las bases de una de las mayores revoluciones de la historia de la humanidad. Edward Jenner (1749–1823) no solo fue un médico de campo, sino el pionero de la inmunología moderna, el hombre que dio el primer paso hacia la erradicación de enfermedades infecciosas mediante la vacunación. Su descubrimiento del principio de la vacuna contra la viruela cambió para siempre la medicina y salvó cientos de millones de vidas.
Los inicios de un observador incansable
Nacido el 17 de mayo de 1749 en Berkeley, Gloucestershire, Edward Jenner creció rodeado de naturaleza, animales y un entorno que despertó en él una profunda curiosidad por el mundo que lo rodeaba. Tras estudiar medicina en Londres bajo la tutela del célebre cirujano John Hunter, Jenner regresó a su pueblo natal para ejercer como médico rural. Pero su mirada científica no se conformaba con las prácticas tradicionales: Jenner observaba, analizaba y registraba todo.
Fue allí donde escuchó una creencia popular entre las ordeñadoras de vacas: aquellas que habían contraído viruela vacuna (cowpox), una enfermedad leve en los animales, no enfermaban de viruela humana (smallpox), una de las más mortales de su tiempo. Jenner decidió comprobarlo de manera científica.
1796: el año que cambió la historia
El 14 de mayo de 1796, Jenner realizó un experimento histórico. Tomó material purulento de una lesión de viruela vacuna en la mano de una granjera llamada Sarah Nelmes y lo inoculó en el brazo de James Phipps, un niño de ocho años. Semanas después, expuso al pequeño al virus de la viruela humana… y el niño no enfermó. La hipótesis de Jenner se confirmaba: el cuerpo había desarrollado una inmunidad protectora.
Jenner denominó este procedimiento vaccination, del latín vacca (vaca), y lo presentó en su obra “An Inquiry into the Causes and Effects of the Variolae Vaccinae” (1798), un texto fundacional de la medicina preventiva moderna.
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(Foto: Wikimedia Commons)
La resistencia y el reconocimiento mundial
Al principio, su descubrimiento fue recibido con escepticismo y hasta burlas. Algunos lo consideraban una práctica peligrosa, e incluso satíricos de la época lo representaban con caricaturas en las que los vacunados desarrollaban características bovinas. Sin embargo, los resultados eran irrefutables: la viruela desaparecía de comunidades enteras.
Poco a poco, la vacunación se extendió por Europa, Asia y América, y Jenner fue reconocido como un benefactor de la humanidad. En 1802, el Parlamento británico le otorgó una suma considerable en agradecimiento por su aportación a la salud pública.
El nacimiento de la inmunología
Edward Jenner nunca buscó fama ni fortuna; su objetivo fue siempre proteger la vida humana. Falleció el 26 de enero de 1823, pero su legado perdura. Gracias a su descubrimiento, en 1980 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente erradicada la viruela, la primera enfermedad humana eliminada del planeta.
Hoy, el principio jenneriano es la base de todas las vacunas modernas, desde la poliomielitis hasta el COVID-19. La palabra vacuna es, en sí misma, un homenaje eterno a aquel médico rural que supo ver en la naturaleza una pista hacia la inmunidad.

