Medicina y física
¿Ataques al corazón promovidos por tormentas solares?
Una investigación reciente ha sacado a la luz una extraña correlación entre perturbaciones en el campo magnético de la Tierra provocadas por tormentas solares, y un aumento en la frecuencia de ataques cardíacos en la población.
El estudio es obra de un equipo integrado, entre otros, por Luiz Felipe Campos de Rezende, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), y ha contado con el respaldo de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de Sao Paulo (FAPESP), en Brasil ambas instituciones.
Los autores del estudio cruzaron datos obtenidos en la red local de salud pública con un indicador de variaciones en el campo geomagnético de la Tierra.
Concretamente, analizaron datos de la red pública de salud de Sao José dos Campos (estado de Sao Paulo, Brasil) registrados entre 1998 y 2005, un período de intensa actividad solar. Centraron su atención en las hospitalizaciones por infarto de miocardio, encontrando informaciones de ese tipo referentes a 871 hombres y 469 mujeres. También incorporaron a la estadística datos del Índice Planetario (Kp-Index), un indicador de variaciones en el campo geomagnético de la Tierra.
“Clasificamos los días analizados como tranquilos, moderados o perturbados. Y los datos de salud fueron divididos por sexo y franja de edad [hasta 30 años; entre 31 y 60; más de 60 años]. Conviene matizar que la cantidad de infartos entre los hombres es casi el doble que entre las mujeres, independientemente de la condición geomagnética. Pero, cuando observamos la tasa de frecuencia relativa de casos, constatamos que, para las mujeres, es claramente más alta durante periodos con condiciones geomagnéticas perturbadas que durante los periodos con condiciones tranquilas. En la franja de 31 a 60 años, llega a ser tres veces mayor. Por lo tanto, nuestros resultados sugieren que las mujeres tienen mayor susceptibilidad a la condición geomagnética”, explica Rezende a la Agencia FAPESP.
Las perturbaciones geomagnéticas son causadas por el impacto del viento solar en la magnetosfera (región más externa de la atmósfera, donde el viento solar se encuentra con el campo magnético de la Tierra), y sus efectos negativos sobre las comunicaciones vía satélite y los sistemas de posicionamiento global (GPS) son bien conocidos.
Desde finales de la década de 1970, estudios realizados en el hemisferio norte han sugerido que las partículas magnéticas expulsadas por el Sol también pueden afectar a la salud humana, particularmente al sistema cardiovascular. Datos de la literatura científica señalan como posibles explicaciones cambios en la presión arterial, en el ritmo cardíaco e incluso en el ritmo circadiano, que regula el ciclo sueño-vigilia y todas las funciones biológicas del organismo. Pero esta sigue siendo una cuestión científica abierta.
“Este es el primer estudio sobre el tema realizado para nuestras latitudes, pero tampoco es concluyente. Por lo tanto, la intención no es alarmar a la población, especialmente a las mujeres. Existen algunas limitaciones a considerar: se trata de una investigación observacional llevada a cabo en una única ciudad, con un tamaño de muestra aún no ideal para cuestiones médicas. Sin embargo, creemos que estos hallazgos representan un resultado empírico de significancia hipotética y relevancia que no debe ser desestimado en el contexto científico”, afirma el investigador.
Este también parece ser el primero, o al menos uno de los pocos estudios, en señalar una mayor susceptibilidad femenina a las perturbaciones geomagnéticas. Las causas de este fenómeno no fueron exploradas en el estudio. “No encontramos en la literatura científica ningún estudio significativo al respecto. Es un tema para investigaciones futuras”, concluye Rezende.
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El nuevo estudio ha encontrado una relación entre ataques al corazón y perturbaciones en el campo magnético de la Tierra causadas por tormentas solares. En la imagen, el Sol en el cielo y parte de un gráfico de electrocardiograma. (Imagen: Amazings / NCYT)
Predicción y prevención
El Sol atraviesa períodos de mayor y menor actividad magnética en un ciclo que dura, en promedio, 11 años. Se estima que entre finales de 2024 y comienzos de 2025 ha ocurrido la fase conocida como “máximo solar”, es decir, el período del ciclo con mayor actividad magnética. Según especialistas, 2025 será un año de alta actividad solar. Sin embargo, cabe resaltar que las perturbaciones en el campo magnético de la Tierra ocurren de forma esporádica.
“Científicos de todo el mundo han intentado predecir las perturbaciones geomagnéticas, pero la precisión, por ahora, no es buena. Cuando este tipo de servicio esté más avanzado (y en caso de confirmarse el impacto de las perturbaciones magnéticas en el corazón), podremos pensar en estrategias de prevención desde el punto de vista de la salud pública, considerando principalmente a individuos que ya padecen problemas cardíacos”, evalúa Rezende.
El estudio se titula “Influence of geomagnetic disturbances on myocardial infarctions in women and men from Brazil”. Y se ha publicado en la revista académica Communications Medicine. (Fuente: FAPESP)

