Paleontología
El primer caminante de la historia: así surgió la locomoción a cuatro patas
Durante cientos de millones de años, la Tierra fue un mundo dominado por criaturas acuáticas. Pero en un momento crucial de la historia evolutiva, un animal primitivo salió del agua y dio los primeros pasos sobre la tierra firme. Ese pionero fue Tiktaalik, un vertebrado que vivió hace unos 375 millones de años y que hoy es considerado el puente evolutivo entre los peces y los primeros tetrápodos.
¿Por qué Tiktaalik es tan importante?
El hallazgo de Tiktaalik en 2004, en los remotos sedimentos del Ártico canadiense, revolucionó la paleontología. Este animal poseía una combinación única de características:
-Aletas con huesos internos sorprendentemente similares a un húmero, cúbito y radio.
-Cuello móvil, algo inexistente en los peces.
-Costillas robustas, capaces de sostener parcialmente el cuerpo fuera del agua.
-Una cabeza aplanada, ideal para mirar por encima del nivel del agua.
Estas adaptaciones sugerían un modo de vida anfibio y la capacidad de apoyar su peso y desplazarse usando cuatro extremidades primitivas, un comportamiento considerado el precursor inmediato de la marcha a cuatro patas.
![[Img #77492]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/12_2025/90_960px-reconstruction_of_tiktaalik_roseae.jpg)
(Foto: Obsidian Soul/Wikimedia Commons)
La transición del agua a la tierra
La evolución de la locomoción cuadrúpeda no ocurrió de un día para otro. Fue el resultado de presiones ambientales y oportunidades ecológicas:
-Búsqueda de alimentos en aguas poco profundas: charcas y deltas repletos de vida ofrecían recursos a quienes pudieran maniobrar mejor que un pez típico.
-Escapar de depredadores acuáticos: levantar el cuerpo y moverse entre la vegetación pantanosa aumentaba las posibilidades de supervivencia.
-Aprovechar espacios terrestres aún sin competidores: un mundo lleno de insectos y plantas primitivas esperaba a los primeros colonizadores vertebrados.
¿Andaba realmente a cuatro patas?
Aunque Tiktaalik no caminaba como un reptil moderno, las evidencias óseas y biomecánicas indican que podía apoyarse sobre sus extremidades y ejercer fuerza para impulsarse, tanto en fondos fangosos como en zonas semisecas. Era un animal que alternaba entre “caminar” y nadar, dependiendo del entorno.
Sus descendientes, ya plenamente tetrápodos como Acanthostega o Ichthyostega, desarrollaron patas más definidas con dedos funcionales, consolidando la locomoción a cuatro patas tal como la entendemos hoy.



