Christian Anfinsen: El químico que descifró el código del plegamiento proteico

Christian B. Anfinsen es uno de esos nombres que marcan un antes y un después en la historia de la biología molecular. Su legado va más allá de un premio Nobel: redefinió cómo entendemos la vida a nivel molecular y abrió el camino para técnicas modernas como la biología estructural por IA.

Primeros años y formación: el origen de una mente brillante

Christian Boehmer Anfinsen nació el 26 de marzo de 1916 en Monessen, Pensilvania, en el seno de una familia de inmigrantes noruegos. Desde temprana edad mostró una curiosidad intensa por la naturaleza y los procesos químicos. Estudió química en el Swarthmore College y completó su doctorado en química orgánica en la Universidad de Harvard en 1943. Allí desarrolló las habilidades que lo llevarían a convertirse en una de las figuras centrales de la bioquímica moderna.

El gran descubrimiento: cómo una proteína sabe quién es

La mayor contribución de Anfinsen llegó en los años 50 y 60, cuando se dedicó a estudiar la ribonucleasa A, una enzima clave en la degradación del ARN. Su experimento fundamental —ahora clásico— demostró que una proteína puede plegarse de manera correcta a partir de su cadena lineal de aminoácidos incluso después de ser totalmente desnaturalizada.

Este resultado condujo a la formulación de lo que hoy se conoce como la hipótesis de Anfinsen, que establece:

La estructura tridimensional de una proteína está determinada exclusivamente por su secuencia de aminoácidos.

Este principio cambió para siempre la biología molecular, ya que demostró que la información necesaria para el plegamiento está contenida dentro de la propia molécula. El hallazgo fue tan revolucionario que en 1972 recibió el Premio Nobel de Química, compartido con Stanford Moore y William H. Stein.

(Foto: National Institutes of Healt)

Más allá del Nobel

Aunque su trabajo sobre el plegamiento proteico es el más conocido, Anfinsen también destacó por su investigación en:

1. Enzimología y bioquímica estructural

Desarrolló métodos pioneros para el estudio de enzimas, sentando las bases de técnicas modernas como la cristalografía de proteínas y la espectroscopía avanzada.

2. Ingeniería proteica

Su comprensión del plegamiento permitió las primeras exploraciones en el diseño racional de proteínas, un campo que hoy es esencial para la biotecnología y la medicina personalizada.

3. Ciencia al servicio de la salud

Anfinsen fue un firme defensor de la aplicación ética de la ciencia. Trabajó en proyectos ligados a enfermedades infecciosas y contribuyó a iniciativas de salud internacional.

Inspirando la biología del siglo XXI

El impacto del trabajo de Anfinsen se refleja en múltiples áreas actuales:

-Predicción computacional de estructuras: herramientas como AlphaFold validan a gran escala su hipótesis.

-Desarrollo de fármacos: comprender el plegamiento permite diseñar moléculas más específicas y eficaces.

-Biotecnología industrial: la ingeniería de enzimas depende directamente de su modelo conceptual.

-Medicina de precisión: muchas enfermedades se explican hoy en términos de fallos en el plegamiento proteico.

Un científico con visión humana

Más allá de su genio, quienes trabajaron con él lo recuerdan como un mentor generoso, accesible y profundamente comprometido con el avance colectivo de la ciencia. Fue también una voz activa en debates sobre responsabilidad científica y seguridad global, especialmente durante la Guerra Fría.

Christian Anfinsen falleció el 14 de mayo de 1995, pero su obra continúa viva, influyendo en laboratorios de todo el mundo y en tecnologías que definen nuestro presente.