Se oyen chispas eléctricas desde la superficie de Marte

El Perseverance, un róver robótico de la NASA que explora terrenos de Marte desde que aterrizó allí en 2021, ha captado ruidos que han permitido confirmar un fenómeno sospechado desde hace mucho tiempo y que consiste en que dentro de pequeños tornados marcianos, coloquialmente llamados “diablos de polvo”, se generan descargas eléctricas y sus ondas de choque asociadas.

Esa confirmación se ha hecho mediante un análisis realizado por un equipo que incluye, entre otros, a Baptiste Chide, de la Universidad de Toulouse en Francia; Agustín Sánchez-Lavega y Ricardo Hueso, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU); Daniel Toledo, del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA); y Germán Martínez, del Centro de Astrobiología (CAB, dependiente del INTA y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)), en España.

El análisis corrobora que el Perseverance ha grabado sonidos de descargas eléctricas (chispas) en diablos de polvo. Esta generación de chispas, teorizada desde hace tiempo, ha sido confirmada mediante grabaciones de audio y electromagnéticas realizadas por el robot. El descubrimiento tiene implicaciones para la química atmosférica, el clima y la habitabilidad marcianos, y seguramente se tendrá muy en cuenta a la hora de diseñar futuras misiones a Marte, tanto las realizadas por robots como las que puedan ser llevadas a cabo por astronautas.

Los diablos de polvo, frecuentes en el Planeta Rojo, se forman a partir de columnas de aire caliente ascendentes y giratorias. El aire cercano a la superficie del planeta se calienta al entrar en contacto con el suelo, más cálido, y asciende a través del aire más denso y frío que lo cubre. A medida que otra masa de aire se desplaza por la superficie para reemplazar al aire caliente ascendente, este comienza a girar. Cuando el aire entrante asciende por la columna, gana velocidad de rotación. El aire que entra también arrastra polvo, y así nace un remolino de polvo.

El Perseverance ha registrado 55 casos distintos de generación de chispas a lo largo de su misión. De ellos, 16 los captó justo al cruzarse con diablos de polvo.

Un diablo de polvo marciano. (Foto: NASA JPL / Caltech / Univ. of Arizona)

Décadas antes del aterrizaje del Perseverance, algunos científicos ya teorizaron que la fricción generada por los diminutos granos de polvo que se arremolinan y se rozan entre sí en los remolinos de polvo marcianos podría generar suficiente carga eléctrica como para producir chispas. El fenómeno, denominado efecto triboeléctrico, también se produce en la Tierra, por ejemplo en casos tan cotidianos como cuando alguien camina sobre una alfombra con calcetines y luego toca el pomo metálico de una puerta, generando con ello una pequeña chispa.

Confirmar la presencia de descargas electrostáticas en Marte también ayudará a la NASA a conocer los posibles riesgos para el equipamiento electrónico de las misiones robóticas actuales en el planeta y para la seguridad de los astronautas que lo visiten.

El estudio se titula “Detection of triboelectric discharges during dust events on Mars”. Y se ha publicado en la revista académica Nature. (Fuente: NCYT de Amazings)