PaleoclimatologÃa
España en la última Edad del Hielo: Asà era la PenÃnsula Ibérica hace 20.000 años
Hace unos 20.000 años, durante el Último Máximo Glacial, España —entonces la PenÃnsula Ibérica— era un territorio radicalmente distinto al que conocemos hoy. Los glaciares llegaban hasta cotas sorprendentemente bajas, el clima era mucho más frÃo y seco, y los primeros humanos modernos convivÃan con especies hoy desaparecidas. Este periodo clave de la prehistoria ibérica no solo moldeó el paisaje, sino también la forma de vida de los grupos humanos que lo habitaron.
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Un clima extremo: hielo en el norte, estepas en el sur
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Durante la última Edad del Hielo, la temperatura media anual en gran parte de la penÃnsula podÃa ser hasta 10 °C más baja que la actual. El norte estaba dominado por enormes glaciares que descendÃan de los Pirineos, la Cordillera Cantábrica y el Sistema Central. En Sierra Nevada y Gredos existÃan glaciares permanentes similares a los actuales de los Alpes.
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El resto del territorio no era una gran tundra nevada —como suele imaginarse— sino un mosaico de estepas frÃas, muy parecidas a las de Mongolia o Siberia. Estas estepas proporcionaban alimento a una megafauna hoy desaparecida.
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Una megafauna sorprendente: mamuts, rinocerontes lanudos y bisontes
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La PenÃnsula Ibérica fue uno de los refugios climáticos más importantes de Europa. Aquà sobrevivieron especies que en otros lugares del continente desaparecieron.
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Entre ellas destacaban:
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-Mamuts lanudos
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-Rinocerontes lanudos
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-Bisontes esteparios
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-Caballos salvajes
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-Rebaños de renos
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-Leones cavernarios y osos de las cavernas, hoy extintos
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-Hienas y lobos, que competÃan con los humanos por el territorio
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Restos arqueológicos en cuevas como Altamira, El Castillo o Tito Bustillo muestran la importancia de estos animales para los grupos humanos del momento, tanto en su economÃa como en su simbologÃa.
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![[Img #77538]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/12_2025/1737_mamut_lanudo_cropped.jpg)
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(Foto: Wikimedia Commons)
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Hogares prehistóricos: asà vivÃan los habitantes de la penÃnsula
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Las condiciones climáticas extremas obligaron a los Homo sapiens a organizarse en grupos pequeños y nómadas. PreferÃan refugiarse en cuevas, muchas de las cuales se han convertido hoy en yacimientos de relevancia mundial.
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Los habitantes de la penÃnsula elaboraban:
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-Utensilios de sÃlex extremadamente precisos
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-Ropa confeccionada con cuero
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-Fogones controlados para superar inviernos intensos
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-Arte rupestre, destacando el estilo franco-cantábrico
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De hecho, la PenÃnsula Ibérica fue uno de los últimos refugios humanos durante la glaciación, lo que explica la enorme riqueza cultural encontrada en sus cuevas.
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Una penÃnsula dividida en dos mundos
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Durante el Último Máximo Glacial, España podÃa dividirse en dos grandes regiones climáticas:
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-El norte glaciar
Dominado por paisajes alpinos, glaciares, y bosques ralos de conÃferas.
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-El sur estepario
Más seco, con grandes llanuras donde migraban enormes manadas de herbÃvoros.
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Esta división marcó de forma decisiva la movilidad de los grupos humanos, que seguÃan a los animales estacionales en su búsqueda de alimento.
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El final de la Edad del Hielo: un cambio radical
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Hace aproximadamente 12.000 años, el planeta inició un rápido calentamiento. Los glaciares retrocedieron, aparecieron los bosques y muchas de las especies emblemáticas —como el mamut y el rinoceronte lanudo— desaparecieron para siempre.
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La PenÃnsula Ibérica se transformó entonces en un corredor biológico hacia Europa, permitiendo que muchas especies se expandieran hacia el norte cuando el hielo retrocedió.
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Por qué España fue clave durante la Edad del Hielo
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Los cientÃficos consideran a la PenÃnsula Ibérica uno de los refugios biológicos y humanos más importantes de Europa durante las glaciaciones. Desde aquÃ, tanto animales como poblaciones humanas repoblaron el continente cuando el clima mejoró.
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El ADN de muchos europeos actuales muestra precisamente huellas genéticas que apuntan a este origen ibérico durante los periodos más frÃos.

