Química
Las aplicaciones del ozono
El ozono es uno de esos términos que todos hemos escuchado, casi siempre asociado a la capa que protege la Tierra o a sistemas de desinfección “avanzados”. Sin embargo, pocas personas conocen hasta qué punto este gas tiene aplicaciones prácticas en ámbitos tan diversos como la medicina, el tratamiento del agua, la industria alimentaria o la protección medioambiental.
¿Qué es el ozono y por qué es tan especial?
El ozono (O₃) es una molécula formada por tres átomos de oxígeno. A diferencia del oxígeno que respiramos (O₂), el ozono es altamente reactivo. Esta característica le confiere un enorme poder oxidante, responsable tanto de sus beneficios como de los riesgos asociados a un uso inadecuado.
En la naturaleza, el ozono se forma por la acción de la radiación ultravioleta o de descargas eléctricas (como los rayos). A nivel industrial y médico, se genera mediante equipos específicos llamados generadores de ozono, que producen el gas a partir de oxígeno o aire.
Aplicaciones del ozono en la salud y la medicina
Ozonoterapia: usos y controversias
Una de las aplicaciones más conocidas es la ozonoterapia, una técnica que utiliza mezclas controladas de oxígeno y ozono con fines terapéuticos. Se emplea, bajo supervisión médica, en tratamientos complementarios para:
-Dolor crónico y artrosis
-Hernias discales
-Trastornos circulatorios
-Infecciones resistentes a antibióticos
Diversos estudios señalan su potencial antiinflamatorio y antimicrobiano, aunque la comunidad científica insiste en la necesidad de protocolos estrictos y más evidencia clínica para algunas indicaciones.
Desinfección hospitalaria
El ozono también se utiliza para la desinfección de quirófanos, habitaciones y material médico, ya que elimina bacterias, virus y hongos sin dejar residuos químicos.
![[Img #77545]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/12_2025/1564_ozone-1169613_1280.jpg)
El ozono en el tratamiento del agua
Potabilización y depuración
Una de las aplicaciones más consolidadas del ozono es el tratamiento del agua potable. Desde hace décadas, ciudades de todo el mundo lo emplean para:
-Eliminar microorganismos patógenos
-Oxidar contaminantes orgánicos
-Mejorar el sabor y el olor del agua
A diferencia del cloro, el ozono actúa rápidamente y no genera subproductos persistentes.
Piscinas y spas
Cada vez más instalaciones utilizan ozono como complemento o alternativa al cloro, reduciendo irritaciones en la piel y los ojos, así como el olor químico característico.
Uso del ozono en la industria alimentaria
La industria alimentaria ha encontrado en el ozono un aliado eficaz y sostenible. Sus principales aplicaciones incluyen:
-Desinfección de frutas y verduras
-Conservación de alimentos frescos
-Limpieza de superficies y cámaras frigoríficas
El ozono elimina bacterias como Salmonella o Listeria sin dejar residuos, ya que se descompone rápidamente en oxígeno.
Aplicaciones industriales y medioambientales
Control de olores
El ozono se utiliza para neutralizar olores en plantas de tratamiento de residuos, depuradoras y entornos industriales. No enmascara el olor: lo destruye químicamente.
Tratamiento de aire y gases industriales
En procesos industriales, el ozono ayuda a degradar compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros contaminantes, contribuyendo a una mejor calidad del aire.
Remediación ambiental
En suelos y aguas contaminadas, el ozono se emplea para descomponer hidrocarburos, pesticidas y otros contaminantes persistentes.
Ventajas y riesgos del uso del ozono
Principales ventajas
-Potente desinfectante natural
-No deja residuos químicos
-Eficaz contra bacterias, virus y hongos
-Aplicable en múltiples sectores
Riesgos y precauciones
El ozono es tóxico si se inhala en concentraciones elevadas. Por ello, su uso debe realizarse siempre con equipos certificados y protocolos de seguridad, especialmente en espacios cerrados.

