Geología
El tsunami más grande conocido
Cuando se habla de tsunamis, la mayoría de las personas piensa en olas gigantes que cruzan océanos enteros tras un gran terremoto. Sin embargo, el tsunami más grande jamás registrado no fue provocado por un seísmo clásico ni arrasó ciudades costeras densamente pobladas. Ocurrió en un lugar remoto de Alaska y alcanzó una altura que todavía hoy desafía la imaginación humana. Este fenómeno extremo es conocido como el megatsunami de la bahía de Lituya (1958).
¿Dónde y cuándo ocurrió el mayor tsunami de la historia?
El 9 de julio de 1958, un terremoto de magnitud 7,8 sacudió el sureste de Alaska, cerca de la falla de Fairweather. El epicentro se localizó muy cerca de la bahía de Lituya, un fiordo estrecho y profundo rodeado de montañas escarpadas dentro del actual Parque Nacional Glacier Bay.
Minutos después del terremoto, una enorme masa de roca y hielo —estimada en unos 30 millones de metros cúbicos— se desprendió de la ladera del monte Gilbert y cayó violentamente en la bahía.
El resultado fue inmediato y devastador: el desplazamiento súbito del agua generó la ola más alta jamás documentada.
Una ola de 524 metros: cifras que baten récords
Los estudios posteriores demostraron que el agua alcanzó una altura máxima de 524 metros sobre el nivel del mar en la ladera opuesta del fiordo. Esta marca se conoce como run-up, es decir, la altura máxima que alcanza el agua al trepar por la tierra.
Para poner esta cifra en contexto:
-Es más alta que el Empire State Building.
-Multiplica por más de 10 la altura de los tsunamis más destructivos del océano Índico (2004) o Japón (2011).
-Ningún otro tsunami documentado se acerca siquiera a esta magnitud.
Afortunadamente, la bahía de Lituya estaba casi deshabitada. Aun así, tres barcos pesqueros se encontraban en la zona. Dos lograron sobrevivir a la ola; uno de ellos se hundió, causando la muerte de dos personas.
![[Img #77556]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/12_2025/8118_lituya-bay-overview-with-arrows.jpg)
(Foto:
¿Por qué fue tan grande este tsunami?
El megatsunami de Lituya no fue un tsunami “clásico”. Su tamaño extremo se explica por una combinación única de factores:
1. Deslizamiento masivo de tierra
La causa directa fue el colapso de una ladera entera, no el terremoto en sí. La energía liberada al caer el material en el agua fue inmensa.
2. Geografía del fiordo
La bahía de Lituya es un fiordo estrecho y cerrado, lo que impidió que la energía se dispersara. El agua fue forzada a subir violentamente por las paredes rocosas.
3. Profundidad del agua
La gran profundidad permitió que el impacto desplazara enormes volúmenes de agua de forma casi instantánea.
Esta combinación convirtió el evento en un megatsunami, un fenómeno extremadamente raro y localizado.
¿Es posible que vuelva a ocurrir algo similar?
Desde el punto de vista científico, sí es posible, pero muy poco probable en zonas habitadas. Los megatsunamis requieren condiciones geográficas muy específicas: fiordos cerrados, grandes pendientes inestables y un desencadenante súbito como un terremoto o una erupción volcánica.
Existen otros ejemplos históricos de megatsunamis, como:
-Vajont (Italia, 1963): una ola de más de 250 metros causada por el colapso de una montaña en un embalse.
-Islas Canarias (hipótesis): posibles deslizamientos volcánicos prehistóricos.
Sin embargo, ninguno supera al evento de Lituya en altura documentada.
Diferencia entre tsunami y megatsunami
Aunque a menudo se usan como sinónimos, no son lo mismo:
-Tsunami: suele originarse por terremotos submarinos y puede viajar miles de kilómetros.
-Megatsunami: se produce por deslizamientos masivos o impactos y alcanza alturas extremas, pero afecta áreas relativamente pequeñas.
El caso de Lituya es el ejemplo más claro y mejor estudiado de este segundo tipo.
Impacto científico y legado
El megatsunami de la bahía de Lituya cambió la forma en que los científicos entienden los riesgos costeros extremos. Desde entonces:
-Se estudian con más detalle los deslizamientos de tierra submarinos.
-Se mejoraron los modelos de simulación de olas extremas.
-Se incorporaron estos eventos en la evaluación de riesgos en fiordos y zonas montañosas costeras.
Este suceso demuestra que la naturaleza puede superar con creces los escenarios más habituales contemplados por la ingeniería humana.

