Botánica
La senescencia en los vegetales: qué es, cómo funciona y por qué es clave para la agricultura y el cambio climático
La senescencia en los vegetales es un proceso biológico tan inevitable como fascinante. Aunque a menudo se asocia con la muerte de hojas, flores o frutos, en realidad se trata de una fase altamente regulada del desarrollo vegetal, esencial para la supervivencia de la planta y para el equilibrio de los ecosistemas. Comprenderla no solo es crucial para la botánica, sino también para la agricultura moderna, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.
La senescencia vegetal es la etapa final del desarrollo de ciertos órganos de la planta —como hojas, pétalos, frutos o raíces— caracterizada por un deterioro progresivo y programado de las funciones celulares. A diferencia del daño causado por estrés o enfermedad, la senescencia es un proceso genéticamente controlado.
Durante esta fase, la planta:
-Degrada macromoléculas como proteínas, lípidos y ácidos nucleicos
-Recicla nutrientes esenciales (nitrógeno, fósforo, potasio)
-Redistribuye estos recursos hacia órganos jóvenes o semillas
Lejos de ser un “fallo”, la senescencia es una estrategia evolutiva de eficiencia.
Tipos de senescencia vegetal
La senescencia no ocurre de la misma manera en todos los tejidos. Existen varios tipos principales:
Senescencia foliar
Es la más estudiada. Provoca el amarilleamiento de las hojas debido a la degradación de la clorofila. Es muy visible en árboles caducifolios durante el otoño.
Senescencia floral
Ocurre tras la polinización o cuando la flor no cumple su función reproductiva. Permite ahorrar energía y nutrientes.
Senescencia de frutos
Relacionada con la maduración y posterior deterioro del fruto, especialmente importante en frutos climatéricos como el tomate o el plátano.
Senescencia monocárpica
En plantas como el trigo o el arroz, toda la planta muere tras producir semillas, un fenómeno clave en los cultivos anuales.
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Mecanismos moleculares de la senescencia vegetal
La senescencia está controlada por una compleja red de genes, hormonas y señales ambientales.
Hormonas vegetales implicadas
Etileno: principal promotor de la senescencia y la maduración
Ácido abscísico (ABA): asociado al estrés y envejecimiento
Citoquininas: retrasan la senescencia
Auxinas y giberelinas: modulan el proceso según el órgano
Genes de senescencia (SAGs)
Durante esta fase se activan los llamados Senescence-Associated Genes (SAGs), responsables de:
-La degradación celular controlada
-La movilización de nutrientes
-La respuesta al estrés oxidativo
Este programa genético convierte a la senescencia en una forma de muerte celular programada, distinta a la necrosis.
Factores que influyen en la senescencia de las plantas
La velocidad y el inicio de la senescencia dependen de múltiples factores:
-Luz y fotoperiodo
-Temperatura
-Disponibilidad de agua
-Estrés salino
-Ataques de patógenos
-Cambio climático
En un contexto de aumento de temperaturas y sequías, la senescencia prematura es uno de los grandes retos de la agricultura actual.
Importancia de la senescencia en la agricultura
Comprender y manipular la senescencia vegetal tiene implicaciones directas en el rendimiento de los cultivos:
-Retrasar la senescencia foliar puede aumentar la fotosíntesis y la producción de grano
-Controlar la senescencia de frutos mejora la vida útil postcosecha
-Optimizar el reciclaje de nutrientes reduce el uso de fertilizantes
Por ello, la senescencia es un objetivo clave en la mejora genética y la biotecnología vegetal.
Senescencia vegetal y sostenibilidad
Desde un punto de vista ecológico, la senescencia:
-Contribuye al ciclo global de nutrientes
-Favorece la formación de suelo fértil
-Regula la dinámica de los ecosistemas
En términos de sostenibilidad, manejar adecuadamente este proceso puede ayudar a producir más alimentos con menos recursos, un desafío central del siglo XXI.



