Astronomía
Planeta enigmático en órbita a un púlsar
Unos científicos se han topado con un planeta de un tipo nunca antes visto y cuya composición atmosférica desafía todo lo que se sabe acerca de la formación de planetas.
Oficialmente llamado PSR J2322-2650b, este extraño mundo con forma de limón, que posiblemente contiene diamantes en su núcleo, posee una atmósfera exótica, dominada por el helio y el carbono, como nunca antes se había visto. Tiene una masa similar a la de Júpiter, pero no se parece a este en nada más. Entre otros rasgos exóticos, hay nubes de hollín flotando en su atmósfera; y en las profundidades del planeta, estas nubes de carbono pueden condensarse y formar diamantes.
Cómo se formó el planeta es un misterio.
La investigación la ha llevado a cabo un equipo encabezado por Michael Zhang, de la Universidad de Chicago en Illinois, Estados Unidos. Para realizarla, estos científicos se han servido de observaciones efectuadas por el telescopio espacial James Webb, de las agencias espaciales estadounidense, europea y canadiense.
El planeta está en órbita a un púlsar, el cadáver de una antigua estrella tan denso que su masa comparable a la del Sol está concentrada en el tamaño de una ciudad y cuya rotación es tan rápida que tarda fracciones de segundo en dar una vuelta completa sobre sí mismo.
El púlsar, llamado PSR J2322-2650, emite chorros de radiación electromagnética desde sus polos magnéticos a intervalos regulares de tan solo milisegundos.
Al observar el planeta, el equipo quedó estupefacto. "En vez de encontrar las sustancias normales que esperamos detectar en un planeta, como metano, agua y dióxido de carbono, captamos carbono molecular, específicamente C3 y C2", explica Zhang.
En el núcleo del planeta, sometido a una intensa presión, es posible que este carbono se haya comprimido hasta formar diamantes.
Sin embargo, la cuestión más asombrosa y desconcertante es cómo pudo formarse un planeta así. "Es muy difícil imaginar cómo se llega a esta composición extremadamente rica en carbono", subraya Zhang. "Parece inalcanzable para todos los mecanismos de formación conocidos".
PSR J2322-2650b está extraordinariamente cerca del púlsar, a solo 1 millón y medio de kilómetros de distancia aproximadamente, unas cuatro veces la distancia entre la Tierra y la Luna. Debido a su órbita tan cercana al púlsar, el año completo del planeta (el tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor de su estrella) es de tan solo 7,8 horas.
A tan corta distancia, la inmensa fuerza gravitacional del púlsar ejerce de manera espectacular sus efectos sobre el planeta, estirándolo hasta el punto de hacerle adoptar la forma de un limón en vez de la típica forma esférica.
![[Img #77584]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/12_2025/3693_planeta-enigmatico-en-orbita-a-un-pulsar.jpg)
Recreación artística del planeta PSR J2322-2650b (izquierda) y su púlsar (derecha). La gran fuerza de gravedad del púlsar, junto con la corta distancia que separa a ambos, estiran el planeta haciéndole adoptar la forma de un limón en vez de la esférica típica. (Ilustración; NASA, ESA, CSA, Ralf Crawford (STScI))
Juntos, la estrella y el planeta podrían considerarse un sistema de "viuda negra". Las viudas negras son un tipo poco común de sistema binario en el que un púlsar y una estrella compañera de baja masa están ligados gravitacionalmente. El púlsar succiona materia de su compañera, restándole masa poco a poco. Al mismo tiempo, por absorber materia, el púlsar va aumentando su velocidad de rotación. En el proceso, desde el púlsar también se genera un fuerte viento de partículas. Ese viento y la radiación del púlsar bombardean la estrella compañera de baja masa, “evaporándola” poco a poco.
Al igual que la araña viuda negra de la que toma su nombre, el púlsar destruye a su desafortunada compañera.
Sin embargo, en los sistemas de esta clase el objeto que acompaña al púlsar es una estrella, no un planeta.
Por lo que se sabe, PSR J2322-2650b no pudo formarse por ninguno de los procesos conocidos por los que se crean planetas, ni tampoco mediante otros mecanismos exóticos propuestos en teorías.
Para desentrañar este misterio, habrá que seguir investigando.
El estudio se titula “A carbon-rich atmosphere on a windy pulsar planet”. Y se ha publicado en la revista académica The Astrophysical Journal Letters. (Fuente: NCYT de Amazings)

