Neurología
La radiación cósmica galáctica acelera el desarrollo del Mal de Alzheimer
Desde hace tiempo se acepta que la exposición a radiación en el espacio puede ocasionar problemas de salud, como por ejemplo cáncer. Sin embargo, un nuevo estudio muestra por vez primera que la exposición a niveles de radiación equivalentes a los de una misión a Marte podría producir problemas cognitivos y acelerar cambios en el cerebro que están asociados con el Mal de Alzheimer.
Aunque el espacio está lleno de radiación, por regla general el campo magnético terrestre nos protege en ella, así como a los astronautas en órbita baja alrededor de la Tierra.
Sin embargo, los astronautas que se alejan lo suficiente de la Tierra, pasan a estar expuestos a una constante "lluvia" (o más descriptivamente "metralla") de diversas partículas.
Con la prevención adecuada, los astronautas pueden ser protegidos de la peligrosa radiación asociada con las erupciones solares. Pero también hay otras formas de radiación cósmica que, a efectos prácticos, no pueden ser bloqueadas de modo efectivo.
Como esta radiación existe a bajos niveles, el daño que puede hacer depende más del factor tiempo: Cuanto más tiempo esté un astronauta en el espacio profundo, mayor será su exposición. Y esto le preocupa a la NASA, ya que la agencia está planeando posibles misiones tripuladas a un asteroide lejano en 2021 y a Marte en 2035. El viaje de ida y vuelta al planeta rojo, en particular, podría tardar hasta tres años.![[Img #12003]](upload/img/periodico/img_12003.jpg)
El estudio realizado por el equipo del Dr. M. Kerry O’Banion, profesor en el Centro Médico de la Universidad de Rochester, en Nueva York, Estados Unidos, examina por primera vez el impacto potencial de la radiación espacial sobre la neurodegeneración, y en particular, sobre los procesos biológicos en el cerebro que contribuyen al desarrollo del Mal de Alzheimer.
Los investigadores estudiaron el efecto de una forma particular de radiación, descrita como partículas de masa y carga altas. Estas partículas, que son impulsadas a través del espacio a velocidades muy altas por la fuerza de explosiones de estrellas, tienen muchas formas distintas. Para este estudio, los investigadores eligieron partículas de hierro. A diferencia de los protones sueltos (hidrógeno), que son producidos por las erupciones solares, la masa de partículas con carga y masa elevadas, como es el caso de las de hierro, combinada con su velocidad, les permite atravesar objetos sólidos tales como el blindaje protector de una nave espacial.
O’Banion y sus colaboradores querían específicamente examinar si la exposición a radiación de esa clase tenía el potencial de acelerar el progreso nocivo de los indicadores biológicos y cognitivos del Mal de Alzheimer, en particular en individuos que pudieran tener predisposición a desarrollar la enfermedad.
Los resultados de la investigación sugieren que la exposición a radiación en el espacio tiene el potencial de acelerar el desarrollo de dicha enfermedad.
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