Ingeniería
Escáner para líquidos, utilizable para controles de seguridad en aeropuertos
Los pasajeros aéreos quizá puedan algún día volver a llevar en el avión sus botellas de agua, champú y otros productos líquidos gracias a una tecnología desarrollada originalmente para verificar la calidad del vino.
La Dirección de Ciencia y Tecnología del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos concedió recientemente un contrato a una empresa de defensa con sede en Denver para desarrollar un escáner de resonancia magnética que pueda ser emplazado en los aeropuertos y usado para examinar botellas y latas en busca de explosivos sin tener que abrirlas. Un prototipo de la máquina será construido en el laboratorio de Matthew Augustine, el profesor de química de la Universidad de California en Davis que inventó la tecnología.
La tecnología es similar a las máquinas de obtención de imágenes por resonancia magnética usadas en escaneos médicos. Emplea un pulso de ondas de radio y un campo magnético fuerte para obtener una señal que muestra la estructura química de la muestra.
Augustine empezó a experimentar con la tecnología hace algunos años, para comprobar el posible deterioro de vino embotellado sin tener que abrir las botellas.
Esta tecnología fue patentada en 2002 y la citada universidad le concedió una licencia a la compañía Madison Avenue Management Inc., la cual creó una empresa filial, Winescanner Inc., para su comercialización.
Después de que en 2006 se frustrara un complot en el que unos terroristas planeaban llevar explosivos líquidos a bordo de al menos 10 aviones de pasajeros que cubrían rutas transatlánticas, Augustine comenzó a investigar si se podría usar la resonancia magnética para identificar algo más que mal vino.
Las primeras pruebas mostraron que su técnica de análisis de vino podía distinguir la gasolina y otros líquidos peligrosos de la pasta de dientes y otros líquidos inofensivos.
Pero el reto fue diseñar un sistema adecuado para ser usado en los aeropuertos: relativamente pequeño, fácil y rápido de usar, y capaz de escanear envases de formas y tamaños muy diversos, desde lápices de labios hasta botellas de agua. Habiendo logrado el diseño adecuado, ahora comenzará la fase de construcción y pruebas de prototipos.