Biología
El cáncer podría ser un mecanismo antiquísimo de supervivencia celular que ahora se activa indebidamente
A pesar de las décadas de investigación y los miles de millones de dólares que se han empleado en buscar terapias contra el cáncer, esta enfermedad sigue siendo una importante causa de muerte, con una asombrosa habilidad para evadir las defensas del cuerpo y los tratamientos médicos. Ahora unos científicos creen tener una explicación para esta tenaz resistencia a dejarse vencer que ostenta el cáncer.
"El cáncer no es un grupo al azar de células violentas y egoístas que se comportan mal, sino una respuesta preprogramada y de gran eficiencia ante las tensiones ambientales, perfeccionada por un largo período de evolución", afirma el profesor Paul Davies, director del Centro BEYOND para los Conceptos Fundamentales de la Ciencia, de la Universidad Estatal de Arizona, e investigador principal de un importante programa de investigación, financiado por el Instituto Nacional estadounidense del Cáncer, y que tiene como objetivo aplicar los conocimientos de la física al problema del cáncer.
Davies y Charles Lineweaver de la Universidad Nacional de Australia se basan en su bagaje en la astrobiología para explicar por qué las células cancerosas despliegan una gama tan amplia de trucos ingeniosos para evitar ser destruidas, y por qué lo hacen de una manera tan coherente y organizada.
Ellos creen que esto se debe a que el cáncer recurre a vías genéticas arcaicas pero eficientes, que prestaron buenos servicios hace mil millones de años, cuando conjuntos separados de células comenzaron a cooperar para sobrevivir, en una estrategia que desembocó en el desarrollo de la vida multicelular.
Esos mecanismos primitivos se quedaron obsoletos ante el surgimiento de las células modernas y de la diferenciación de órganos en los organismos multicelulares como por ejemplo el Ser Humano.
Pero, según Davies y Lineweaver, los genes responsables de esos antiguos mecanismos de supervivencia celular, todavía están disponibles, a modo de caja de herramientas eficientes abandonada en un trastero. A esos mecanismos arcaicos normalmente se les mantiene bloqueados, bajo el control estricto de la maquinaria constituida por los genes posteriores, utilizados para un diseño más sofisticado de los seres vivos. Sin embargo, si algo hace poner en marcha a esa vieja maquinaria, los genes antiguos despliegan sistemáticamente las estrategias de combate que hacen del cáncer una forma resistente de vida y un adversario formidable para la ciencia médica.
Si Davies y Lineweaver están en lo cierto, entonces los genomas de los organismos multicelulares más simples albergan pistas importantes sobre cómo el cáncer elude el control por parte del cuerpo y desarrolla resistencia a la quimioterapia.