Biología
Los arquitectos ocultos de la genética
Es fácil ver a los componentes principales del genoma como los arquitectos de un ser vivo, pero se ha venido subestimando la aportación de ciertas porciones pequeñas y escurridizas de material genético que, en muchos aspectos, dirigen las obras de construcción del edificio de la vida sin que ello sea evidente a primera vista. En ese sentido, se les podría definir como los arquitectos ocultos de la genética.
Así podría resumirse la conclusión a la que ha llegado en una investigación un equipo de especialistas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, Estados Unidos.
Este estudio identifica los reguladores moleculares de la epigenética, el proceso por el cual los genes de nuestro ADN son activados y desactivados en momentos y puntos precisos.
"Nuestro genoma es como un paisaje con lagos, montañas y ríos, pero que todavía no es una ciudad llena de edificios", compara Haifan Lin, director del Centro de Células Madre de la Universidad de Yale y coautor del estudio. Lo que hace este sistema oculto, siguiendo con el ejemplo de Lin, es decidir dónde y cuándo enviar los albañiles, carpinteros, fontaneros, electricistas y otros profesionales para construir una ciudad.
En los últimos 20 años, los científicos han descubierto que algunas proteínas, llamadas factores epigenéticos, actúan a través del muy estático genoma y activan o desactivan los genes. La sorprendente cantidad de posibles combinaciones de genes activos e inactivos explica por qué una cantidad relativamente pequeña de genes puede llevar a cabo una amplia gama de funciones. Pero ¿qué es lo que guía a estos factores epigenéticos hacia su objetivo? La respuesta, obtenida por los científicos de la Universidad de Yale, es ARNs especializados llamados piARNs.
En este último estudio, el equipo de Lin, Xiao A. Huang y Hang Yin de la misma universidad, así como Michael Snyder, ahora en la de Stanford, California, ha descubierto que los piARNs guían los factores epigenéticos a numerosos sitios del genoma de la mosca de la fruta, la Drosophila, donde estos interruptores activarán o desactivarán genes. El drástico cambio detectado en los patrones de expresión de genes demuestra el papel clave que los piARNs desempeñan en la coordinación de la actividad biológica.
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