Bioquímica
Rasgos proteicos que permiten vivir en Marte
Una nueva investigación revela cuáles son las características clave de las proteínas que son necesarias para que la vida exista en Marte y otros ambientes extremos.
Los autores del estudio examinaron a fondo organismos que sobreviven en ambientes extremos de la Antártida. Centrando su análisis en las proteínas más importantes, encontraron diferencias sutiles pero significativas entre un conjunto de organismos ordinarios y uno de los Haloarchaea, organismos que pueden tolerar condiciones severas como salinidad elevada, desecación intensa y temperaturas extremas.
Los resultados del estudio, realizado por especialistas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, brindan a los científicos una ventana hacia el modo bioquímico en que la vida debería estar adaptada para existir en Marte.
El equipo de Shiladitya DasSarma encontró que microorganismos como el Halorubrum lacusprofundi contienen proteínas que son ácidas, con la superficie recubierta de residuos con carga negativa. Los organismos más comunes contienen proteínas que son neutras, en promedio. Las cargas negativas presentes en los organismos inusuales mantienen las proteínas en una solución y ayudan a retener con notable firmeza al agua, revirtiendo los efectos nocivos de una salinidad y una desecación altas.
En el nuevo estudio, los científicos identificaron cambios más sutiles en las proteínas del Halorubrum lacusprofundi. Estos microbios fueron recogidos de un lago muy salado en la Antártida. Los rasgos que hacen distintas a las proteínas de estos organismos con respecto a las proteínas de organismos que viven en los ecosistemas más comunes de la Tierra les permiten funcionar en un ambiente frío e hipersalino, donde las temperaturas pueden estar muy por debajo del punto de congelación del agua pura. El agua se mantiene en estado líquido bajo estas condiciones de alta salinidad, como sucede cuando la nieve y el hielo se derriten en las carreteras a las que se ha arrojado sal.
Éstas y otras adaptaciones comparables permitirían a microorganismos como el Halorubrum lacusprofundi sobrevivir no sólo en la Antártida, sino también en Marte o en otros mundos similares.
Por ejemplo, informes recientes indican la aparición de flujos estacionales descendiendo por las empinadas laderas de cráteres en Marte, lo que sugiere la presencia de lagunas subterráneas de agua salada. No se sabe aún si hay o no microorganismos viviendo en reductos potenciales para la vida como lo son esas aparentes masas subterráneas de agua salada, pero el trabajo de exploración del robot Curiosity de la NASA incluye buscar señales de vida en Marte, como lo incluirán las labores desempeñadas por vehículos futuros que se envíen al planeta.
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