Artículo, de La Web de Anilandro, que recomendamos por su interés. Se trata del apasionante relato de cómo, después de tantos años desde la fabricación del aparato, el autor del artículo ha logrado restaurar, o resucitar más bien, una Victor Tre-1000 que estaba abandonada en un trastero. Contra todo pronóstico, y valiéndose de medios modestos en casa, ha devuelto a la vida a la radio-tocadiscos, que vuelve a funcionar bien en sus dos vertientes, y que ahora causará sensación en muchas fiestas del autor con la familia y los amigos, permitiéndoles escuchar la radio o discos de vinilo como si el tiempo no hubiera transcurrido desde 1968.
Los años 60 fueron la década de transición entre la técnica de las válvulas y la de los transistores. De unos pocos usos iniciales, los transistores con tecnología de germanio comenzaron a utilizarse de forma masiva en aparatos domésticos, como eran los receptores de radio o los tocadiscos, permitiendo una drástica reducción de tamaños y sobre todo liberarlos del cable que los unía a la red eléctrica y convertirlos en portátiles. Esta tendencia se desarrolló primeramente en Estados Unidos y pasó luego a Japón, donde marcas como Sanyo, Toshiba o JVC, lanzaron en poco tiempo un gran número de modelos, incluyendo a la Victor TRE-1000, una atractiva radio-tocadiscos portátil procedente de esta última firma, conocida también por su nombre completo: Japan Victor Company.
El artículo, de La Web de Anilandro, se puede leer
aquí.