Psicología
¿Podemos predecir si nos comportaremos de manera altruista en una situación futura?
Si nos preguntaran si seríamos capaces de robar, la mayoría de nosotros diría que no. ¿Trataríamos de salvar a una persona que se está ahogando en el mar? Eso ya no está tan claro, pues depende de cosas como por ejemplo el miedo que nos inspire un fuerte oleaje. Muchas investigaciones han explorado las formas en que tomamos decisiones morales. Pero, cuando llega el momento de actuar bien o mal, ¿en qué grado nuestras predicciones sobre nosotros mismos coinciden con lo que finalmente hacemos?
En un estudio realizado por Rimma Teper, Michael Inzlicht, y Elizabeth Page-Gould, de la Universidad de Toronto en Scarborough, Canadá, se ha comprobado qué diferencias específicas hay entre las predicciones morales y las acciones morales, y se han tenido en cuenta las razones por las que pueden no coincidir en algunos casos.
Los resultados parecen ser alentadores: los participantes en el estudio resultaron actuar con más honestidad de lo que habían predicho.
Sin embargo, tal como advierte la autora principal del estudio, Rimma Teper, otros trabajos anteriores han mostrado el efecto contrario: que las personas actúan con menos honestidad de lo que predicen.
¿Cuál es el eslabón perdido en la cadena que va desde el razonamiento moral hasta la acción final? Todo apunta a que es la emoción.
Las emociones, como el miedo, los remordimientos de conciencia y el amor, desempeñan un papel fundamental en la conducta y el pensamiento humanos, incluyendo el comportamiento moral. Pero cuando las personas piensan en cómo actuarían ante una situación, no conocen bien la intensidad de las emociones que llegarían a sentir, argumenta Teper, por lo que tienden a equivocarse al juzgar lo que harían.
"Esta vez obtuvimos una imagen positiva de la naturaleza humana", comenta Inzlicht. "Pero el hallazgo esencial es que las emociones son las que nos impulsan a hacer lo correcto o lo incorrecto".


