Ciencia de los Materiales
Del germanio al germanano, ¿una nueva era de la electrónica?
Los primeros transistores de la humanidad fueron hechos de germanio a finales de la década de 1940, y eran aproximadamente del tamaño de una uña de pulgar; una situación muy distinta a la actual, en la que los transistores son de tamaño microscópico y hay millones de ellos en cada chip. Hoy en día, existen además otros materiales que rivalizan con el germanio, por lo que éste ha perdido el protagonismo que tuvo al principio.
Sin embargo, este veterano material de los primeros transistores de hace más de 60 años puede que esté a punto de experimentar una metamorfosis, de la mano de los expertos en ciencia de los materiales, que lo devuelva al primer plano de la innovación tecnológica.
Unos químicos en la Universidad Estatal de Ohio en la ciudad de Columbus, Estados Unidos, han desarrollado una tecnología que permite fabricar una hoja de germanio de un átomo de espesor, un equivalente a lo que es el grafeno con respecto al carbono, y han comprobado que esta capa de germanio conduce los electrones más de diez veces más rápido que el silicio, y cinco veces más rápido que el germanio convencional.![[Img #13409]](upload/img/periodico/img_13409.jpg)
De igual modo que el grafeno exhibe propiedades únicas en comparación con el grafito (una forma multicapa del carbono que es más común), y todo apunta a que encontrará infinidad de usos en la electrónica y en otros campos, la nueva forma del germanio, que ha recibido el nombre de germanano (germanane en inglés), muy probablemente abrirá nuevos y fascinantes capítulos en la ciencia de los materiales.![[Img #13410]](upload/img/periodico/img_13410.jpg)
En realidad, los científicos ya habían tratado de crear germanano. Pero el trabajo del equipo de Joshua Goldberger, Elizabeth Bianco, Sheneve Butler, Shishi Jiang, Oscar Restrepo y Wolfgang Windl constituye la primera vez que se consigue producir cantidades suficientes del material como para medir sus propiedades en detalle, y demostrar de manera inequívoca que el germanano, del modo en que ha sido elaborado, es estable estando expuesto al aire y al agua.
De hecho, este germanano es incluso más estable químicamente que el silicio tradicional. No se oxida con el aire o el agua, como sí le sucede al silicio.
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