Astronáutica
Gran Enciclopedia de la Astronáutica (97): Agencia Espacial
Agencia Espacial
Astronáutica
Las agencias espaciales son organismos constituidos por los propios gobiernos de las naciones cuyo principal objetivo es emprender actividades de naturaleza espacial. En función del presupuesto concreto del que dispongan, se ocuparán de poner en marcha programas de exploración espacial científica, misiones interplanetarias, vuelos tripulados, etc. En algunos casos gozan de capacidad completa para diseñar, construir y lanzar vehículos espaciales, y en otros sólo contratan a empresas nacionales o extranjeras para que hagan lo propio, limitándose a la gestión del segmento operativo y los resultados.
Existen agencias nacionales (como la conocida NASA), y también internacionales (la ESA) en las que intervienen intereses de varias naciones que de este modo aúnan esfuerzos para una serie de metas comunes. Las diferentes agencias, además, pueden cooperar entre sí en programas concretos de mutuo interés.
Frecuentemente, las agencias disponen de una amplia red de centros y laboratorios más o menos autónomos, especializados en diversos aspectos del programa espacial, donde se organizan y se gestionan misiones, se desarrolla tecnología, etc.
En la actualidad, la mayor parte de los países avanzados disponen de una agencia espacial propia y/o se hallan integrados en una de carácter internacional. Son consideradas organizaciones científicas de primer orden, con presupuestos más elevados que otras en otros campos de la ciencia, dado su interés y la calidad de sus retornos a la economía de las naciones. En muchas ocasiones son esenciales para transferir conocimiento y tecnologías a la sociedad y las empresas, a través de los llamados “spin off”, o directamente, en forma de contratos, para fomentar el uso comercial de las aplicaciones espaciales.
Dado que hoy en día la iniciativa de las actividades espaciales ya no está exclusivamente en manos de las agencias, sino que muchas empresas llevan a cabo sus propios programas, estas organizaciones gubernamentales se centran más en apoyar y hacer avanzar aquellos sectores que aún no están al alcance de las compañías privadas, o que requieren de inversiones más arriesgadas. También se dedican más a la ciencia que a las aplicaciones propiamente dichas, a menos que estas últimas no sean demasiado comerciales. Después de décadas de hacer posible la revolución en las comunicaciones, la meteorología, la navegación, etc., las agencias espaciales siguen fomentando la ciencia básica, el desarrollo tecnológico avanzado y, en la práctica, llevando a cabo misiones de especial envergadura, como la exploración del sistema solar y el universo o los vuelos tripulados a las estaciones espaciales.
Existen en el mundo más de 80 agencias espaciales, algunas de ellas con capacidad de lanzar satélites por sí mismas, y otras de enviar astronautas al espacio. Muy pronto se añadirán otras de carácter nacional e incluso multinacional, gracias a la mejora del nivel de desarrollo en ciertas regiones del mundo y ante el interés que la tecnología espacial y sus aplicaciones despiertan entre sus gobiernos. Quizá dentro de algunos años o décadas será posible contemplar la creación de una futura agencia espacial mundial, a través de la cual la Humanidad pueda afrontar proyectos no soñados hasta ahora.