Astronomía
Escrutando la fascinante Nebulosa Cabeza de Caballo
Unos astrónomos han utilizado el Telescopio Espacial Hubble para fotografiar la carismática Nebulosa Cabeza de Caballo en luz infrarroja, ofreciendo una imagen espectacular y detallada, muy distinta a la mostrada en las célebres fotos de ella que han aparecido en los libros de astronomía desde su descubrimiento hace más de un siglo.
La nebulosa es un objetivo de observación favorito para los astrónomos aficionados y los profesionales. Sin embargo, es opaca y oscura con la luz visible, mientras que parece transparente y etérea cuando es vista en longitudes de onda infrarrojas.
La imagen captada por el Hubble, y difundida recientemente, muestra con gran detalle la nebulosa.
La nebulosa es parte de la nube Molecular de Orión, situada a unos 1.500 años-luz de distancia, en la constelación de Orión. La nube también contiene otros objetos bien conocidos, como la Gran Nebulosa de Orión (M42). Es una de las regiones vistosas del cosmos más cercanas y más fáciles de fotografiar, de entre las que son escenario de la formación de estrellas masivas.
En la imagen del Hubble, las briznas del borde superior de la nebulosa aparecen iluminadas desde atrás por Sigma Orionis, un sistema de cinco estrellas jóvenes que no aparece en la imagen. A lo largo de la parte superior de la nebulosa, destacan dos estrellas muy brillantes, de entre las demás de este vivero cósmico de estrellas.![[Img #13777]](upload/img/periodico/img_13777.jpg)
Los científicos saben que un penetrante resplandor ultravioleta de una de estas estrellas brillantes está disipando lentamente la nebulosa. Las nubes de gas alrededor de la nebulosa Cabeza de Caballo ya se han disipado en buena parte, pero la punta del "pilar" más prominente contiene una masa de hidrógeno y helio con una densidad ligeramente mayor, y además salpicada de polvo. Debido a esto, se proyecta una sombra que protege al material de detrás contra la intensa radiación estelar que está "evaporando" la nube de gas.
El telescopio espacial Hubble fue lanzado al espacio en el transbordador espacial Discovery el 24 de abril de 1990. Desde entonces, permanece en órbita a la Tierra, escrutando el cosmos desde su privilegiada posición. Aunque ahora hay muchos otros telescopios espaciales, el Hubble posee un carisma especial derivado de su carácter pionero. Con el Hubble, la observación astronómica desde el espacio entró en una nueva era.
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