Psiquiatría
Posible anomalía en el "cableado" cerebral de la gente obsesionada en su apariencia física
El Trastorno dismórfico corporal, es una enfermedad mental incapacitante, pero a menudo mal entendida, en la cual las personas se perciben a sí mismas como feas e incluso desfiguradas, por más normales que sean ante los ojos de los demás. Una nueva investigación en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) demuestra que estas personas tienen anomalías en ciertas conexiones de su cerebro.
El equipo del Dr. Jamie Feusner ha determinado que las personas con Trastorno Dismórfico Corporal tienen, en esencia, un "mal cableado" global en su cerebro. En otras palabras, el cableado de red en su cerebro sigue patrones anómalos.
Y, en concordancia con una investigación anterior del equipo de Feusner, sobre la que los redactores de NCYT de Amazings escribimos un artículo publicado el 10 de marzo de 2010 (http://www.amazings.com/ciencia/noticias/100310a.html) y que mostraba que las personas con Trastorno Dismórfico Corporal procesan la información visual de manera anómala, en el nuevo estudio se han descubierto conexiones anormales entre las regiones del cerebro involucradas en el procesamiento de información visual y emocional.
Los resultados sugieren que estos patrones en el cerebro pueden estar relacionados con las alteraciones del procesamiento de la información que son típicas de los enfermos de Trastorno Dismórfico Corporal.
Feusner y sus colaboradores han encontrado una fuerte correlación entre la baja eficiencia de conexiones por todo el cerebro y el grado de severidad del Trastorno Dismórfico Corporal. A menor eficiencia de las conexiones cerebrales, peores síntomas.
Vista lateral del cerebro que muestra la red de conexiones en sujetos sanos, a la izquierda, y en personas con Trastorno Dismórfico Corporal, a la derecha. Los cerebros de la gente con dicho trastorno tienen, en promedio, conexiones locales más grandes para cada región, lo que provoca más problemas que beneficios. (Imagen: Cortesía de la UCLA)
Las personas que sufren de Trastorno Dismórfico Corporal tienden a fijarse con la máxima atención en detalles nimios, como una minúscula imperfección en la piel de la cara o del cuerpo, en vez de juzgar más por el conjunto del rostro o del cuerpo. Se angustian tanto por su aspecto que a menudo no pueden llevar una vida normal, tienen miedo de salir de casa, y en ocasiones incluso intentan suicidarse. Los pacientes de este tipo con frecuencia tienen que ser hospitalizados. El Trastorno Dismórfico Corporal afecta aproximadamente al 2 por ciento de la población, y es más frecuente que la esquizofrenia o el trastorno bipolar. A pesar de su notable incidencia y gravedad, los científicos saben relativamente poco acerca de la neurobiología del Trastorno Dismórfico Corporal.
En la investigación también han trabajado Jesse A Brown, Liang Zhan y Sarit Hovav, todos de la UCLA, así como Donatello Arienzo, Alex Leow y Johnson GadElkarim de la Universidad de Illinois, también en Estados Unidos.
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