Paleontología
Inesperado estancamiento evolutivo en los ictiosaurios
Un equipo internacional de científicos ha dado a conocer una nueva especie de ictiosaurio (reptil marino de la época de los dinosaurios y con aspecto similar al de un delfín) hallada en Irak, que ha despertado una notable controversia acerca de la evolución y la extinción de estos antiguos reptiles marinos.
Los resultados de un análisis del fósil contradicen lo expuesto en teorías previas que sugerían que los ictiosaurios del período Cretácico (hace entre 145 y 66 millones de años) fueron los últimos supervivientes de un grupo en decadencia.
Los ictiosaurios eran reptiles marinos cuya existencia es conocida por los cientos de fósiles hallados de la época de los dinosaurios. Su longitud variaba desde menos de 1 metro hasta más de 20 metros. Todos producían descendencia a través de embarazo y parto en el mar, y algunos eran nadadores rápidos, capaces de descender a gran profundidad, con ojos enormes y una fisiología propia de animales de sangre caliente.
Hasta hace poco, se pensaba que la diversidad de los ictiosaurios disminuyó gradualmente como consecuencia de varios episodios de extinción durante el período Jurásico. Se creía que estas calamidades sucesivas exterminaron a todos los ictiosaurios excepto a los que estaban bien adaptados a vivir nadando con rapidez en mar abierto. Sobre la base de este patrón, se había asumido que los ictiosaurios evolucionaron de manera constante y rápida para ser nadadores cada vez más veloces de mar abierto; aparentemente, no había "estancamiento" alguno en su larga historia evolutiva.
Sin embargo, el nuevo ictiosaurio, encontrado en el sector iraquí del Kurdistán, altera sustancialmente el anterior criterio. El ejemplar en cuestión fue encontrado durante la década de 1950 por geólogos británicos del ramo petrolero. El fósil, un esqueleto parcial bien conservado que consiste en buena parte de la mitad delantera del animal, no había sido tratado como le correspondía por su valor científico. El fósil estaba conservado dentro de un bloque plano de roca que estaba siendo usado a modo de losa para facilitar el paso por encima de un punto peliagudo en un camino. Por suerte, los geólogos se dieron cuenta de su importancia potencial y lo llevaron al Reino Unido, donde permanece en la actualidad.
El estudio del ejemplar comenzó en la década de 1970 con Robert Appleby, experto en ictiosaurios, que en aquel entonces trabajaba en el University College de Cardiff, Reino Unido. Appleby reconoció la importancia del ejemplar, pero lamentablemente falleció antes de determinar la edad exacta del fósil, la cual supuso acertadamente que era una cuestión clave, tal como destaca Jeff Liston de los Museos Nacionales de Escocia. Así que la continuación del estudio recayó en una nueva generación de investigadores.
El equipo actual, que incluye a Valentin Fischer de la Universidad de Lieja en Bélgica y Darren Naish de la Universidad de Southampton en el Reino Unido, ha esclarecido por fin el enigma y le ha dado nombre a la especie, hasta ahora desconocida: Malawania anachronus.
A pesar de ser del Cretácico, el Malawania representa el último miembro conocido de un tipo de ictiosaurio que se pensaba que se había extinguido durante el Jurásico Inferior (Jurásico Temprano), más de 66 millones de años antes. Cabe destacar que este tipo de ictiosaurio arcaico parece haber estado caracterizado por un estancamiento evolutivo: No da la impresión de haber cambiado mucho entre el Jurásico Inferior y el Cretácico, algo muy raro en la evolución de los reptiles marinos. Se le puede considerar como un ictiosaurio de estilo jurásico viviendo en el Cretácico.
"El descubrimiento del Malawania es similar al del celacanto en la década de 1930: Refleja a un animal que parece estar fuera de su época", valora Fischer. "Este 'fósil viviente' de su época demuestra la existencia de un linaje que nunca habíamos imaginado siquiera".
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