Astronáutica
Gran Enciclopedia de la Astronáutica (117): Aerocaptura
Aerocaptura
Astronáutica
Para alcanzar la órbita de un planeta, como por ejemplo Marte, es necesario que la sonda interplanetaria utilice un motor que se ocupe de frenar su marcha, y así caer en manos de la gravedad del cuerpo. En estos casos, la velocidad de llegada es importante, ya que cuanto más rápido se mueva el vehículo, más corto habrá sido su viaje, pero ello también aumenta las necesidades de propulsión en la maniobra de frenado.
Una forma de mantener a raya la potencia necesaria en el motor de frenado, lo que implica asimismo contener el peso total de la nave y por tanto el coste del lanzamiento, es utilizar un truco que se llama aerocaptura, y que puede usarse si el planeta de destino tiene atmósfera.
La maniobra consiste en permitir que la sonda interplanetaria, bien orientada, pase rozando la capa de aire que rodea a su meta, de manera que el rozamiento contribuya a desacelerar su trayectoria. Habitualmente, la fase de acercamiento consistirá en un primer paso superficial, seguido inmediatamente por una breve “zambullida” en una zona atmosférica algo más densa, donde el aerofrenado se desarrollará de forma efectiva. Alcanzada la velocidad esperada, la sonda deberá volver a elevarse para salir de la atmósfera, o de lo contrario entraría definitivamente en ella y se destruiría.
Así pues, la técnica de la aerocaptura tiene ventajas en términos de ahorro en la propulsión, pero precisa de un vehículo pensado para ello, capaz de maniobrar y de detectar los parámetros físicos de las fuerzas a las que será sometido. Hay que tener en cuenta que no es posible saber de antemano cuáles serán dichos parámetros físicos, al menos con total precisión, pues la densidad de la atmósfera del planeta podrá variar en función de la actividad solar o de la época del año. La sonda deberá estar también equipada con un escudo térmico que permita soportar la fase más intensa del rozamiento atmosférico, el cual podrá ser después expulsado. Todo esto se efectuará de forma automática, ya que la distancia con respecto al centro de control en la Tierra impediría un contacto en tiempo real.