Paleontología
El dinosaurio Allosaurus, más parecido a un halcón que a un cocodrilo al despedazar a sus presas
En lo que constituye otra evidencia más del parentesco evolutivo entre aves y dinosaurios, los resultados de un estudio reciente indican que el Allosaurus, un dinosaurio considerado como el "primo pequeño" del Tiranosaurio rex, usaba su boca en sus presas de un modo que se parece más a como lo hacen los halcones que al modo de actuar de los cocodrilos.
Las diferencias anatómicas entre la cabeza y cuello de un halcón y los de un cocodrilo obligan a estos animales a realizar movimientos diferentes, a menudo característicos, cuando han aferrado con sus mandíbulas a una presa y quieren matarla y despedazarla.
Muchas personas piensan en el Allosaurus como una versión más pequeña y más temprana del T. rex., pero los análisis de mecánica anatómica realizados por el equipo del paleontólogo Eric Snively, de la Universidad de Ohio en Estados Unidos, muestran que eran depredadores muy diferentes.
Snively y sus colaboradores, de muy diversas especialidades, incluyendo expertos en ingeniería mecánica, visualización por ordenador, y anatomía de los dinosaurios, comenzaron con un molde de alta resolución y una longitud de metro y medio (cinco pies) del conjunto formado por el cráneo y el cuello de un Allosaurus de 150 millones de años de antigüedad.
Los científicos escanearon la estructura mediante tomografía computerizada, lo que produjo datos digitales que los autores del estudio pudieron luego manipular en un ordenador.
Snively y el ingeniero mecánico John Cotton aplicaron un análisis especializado, que habitualmente se utiliza en el diseño de robots. Esto permitió a los científicos ejecutar simulaciones sofisticadas de la cabeza y los movimientos del cuello que el Allosaurus hacía cuando aferraba con sus mandíbulas a una presa y procuraba matarla y despedazarla (o cuando quería arrancar la carne de un cadáver) o simplemente cuando movía la cabeza para mirar en alguna dirección.
Al modelo digital se le agregó también la carne, deduciendo la forma y posición de músculos y otros tejidos a partir de los indicios disponibles y gracias a la pericia de los anatomistas Lawrence Witmer y Ryan Ridgely.
Todo ello acabó por conducir a la ya citada conclusión de que, por su anatomía, el Allosaurus sólo podía despedazar a sus víctimas con una técnica parecida a la que usan hoy en día los halcones y los cernícalos.
En cambio, el Tiranosaurio rex sí tenía una anatomía que le llevaba a despedazar sus presas con una técnica similar a la que usan los cocodrilos actuales.
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