Aborto de lanzamiento del cohete Ariane-5

El lanzamiento de la misión V201 del cohete Ariane-5ECA tuvo que suspenderse el 30 de marzo debido a un fallo en el motor principal. La cuenta atrás se desarrolló normalmente, pero en el momento final, a las 21:45 UTC, los sensores detectaron alguna anomalía en el funcionamiento del motor Vulcain y no se dio la orden de encendido de los dos enormes aceleradores sólidos laterales, abortando el despegue.

Sobre el cohete se encontraban los satélites de comunicaciones geoestacionarios Yahsat 1A e Intelsat New Dawn. Para investigar lo ocurrido, el vehículo será trasladado al edificio de ensamblaje, donde se revisarán sus sistemas.

Es habitual que un cohete Ariane-5 no encienda sus aceleradores sólidos (que no pueden apagarse) hasta que se determina que el motor Vulcain, que consume oxígeno e hidrógeno líquidos, está actuando perfectamente. En esta ocasión, el ordenador de a bordo detectó que esto no era así, a pesar de que este último funcionó durante 7 segundos, y detuvo la secuencia, apagándolo.

El lanzamiento queda así pues retrasado durante varios días. Al parecer, ningún cohete Ariane, desde el inicio de su carrera en 1979, había sufrido un aborto en la misma rampa de lanzamiento con un motor ya encendido. La situación, en todo caso, demuestra que los sistemas de seguridad son adecuados. Si los aceleradores se hubieran encendido y el Vulcain no hubiera actuado correctamente, la misión se hubiera perdido con toda seguridad. Aún no se saben las causas exactas de la anomalía ni la fecha en la que se volverá a intentar el despegue.

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