Climatología
Actividad inusualmente alta del fenómeno climático de El Niño a fines del siglo XX
Promoviendo sequías, inundaciones y otros daños meteorológicos en todas partes del mundo, el fenómeno climático de El Niño - Oscilación del Sur (ENOS, o ENSO por sus siglas en inglés) influye de modo significativo en la vida cotidiana de millones de personas. Por eso, ser capaces de prever el comportamiento futuro del ENOS es un asunto de importancia capital para la sociedad. Pero incluso ahora, brindar predicciones precisas sobre este fenómeno es todo un desafío para la meteorología, pues el ENOS varía de forma natural en el transcurso de décadas y siglos. Las series de datos registradas por los instrumentos meteorológicos son demasiado cortas para adjudicar los cambios a causas naturales, o por el contrario, antropogénicas. Por su parte, las reconstrucciones paleoclimáticas carecen de evidencias adecuadas en la zona tropical donde el ENOS tiene su cuna.
Esta situación de escasez de elementos de juicio parece que va a cambiar de manera notable ahora, gracias a una base de datos históricos provenientes de anillos de crecimiento anual de árboles de edad avanzada. Estos árboles, testigos mudos pero elocuentes del clima de siglos pasados, han entregado a la ciencia un tesoro muy valioso, consistente en registros detallados de la actividad de El Niño en los siete últimos siglos. Estos anillos son muy útiles para reconstruir series de temperatura y precipitación. Un equipo internacional de científicos encabezado por Jinbao Li y Shang-Ping Xie, trabajando en el Centro Internacional de Investigaciones del Pacífico, adscrito a la Universidad de Hawái en Manoa, ha recopilado 2.222 cronologías de anillos de crecimiento anual de árboles en los trópicos y latitudes medias, de ambos hemisferios, que abarcan el citado período de siete siglos.![[Img #14831]](upload/img/periodico/img_14831.jpg)
Gracias a la información almacenada en los anillos de crecimiento, los científicos han conseguido confeccionar una cronología de la actividad del ENOS con una precisión sin precedentes, atestiguada por la estrecha correlación que muestra con registros obtenidos a partir del análisis de corales del Pacífico Ecuatorial.
Estos datos representativos indican que el ENOS fue particularmente activo en el siglo XX con respecto a los seis siglos anteriores, lo que se interpreta como una muestra inequívoca de que el actual calentamiento global ejerce una influencia clara sobre el ENOS.
“Muchos modelos climáticos no reflejan esta fuerte reacción del ENOS ante el calentamiento global”, advierte Shang-Ping Xie.
Los resultados de la nueva investigación servirán de guía para mejorar la precisión de los modelos climáticos y sus proyecciones de la futura actividad del ENOS. Si continúa dicha tendencia de la actividad del ENOS, es previsible que aumente la incidencia de episodios meteorológicos extremos, tales como inundaciones y sequías.
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